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La Roma: ¡Bienvenido Adán!

La Roma: ¡Bienvenido Adán!

¿Qué resulta más pertinente que una presentación de Adanowsky en noche de brujas? Si hay algo que suele caracterizar al artista, es su capacidad histriónica, la misma de la que se empezó a despedir el pasado sábado 31 de octubre en La Roma y que pudimos ver en vivo, gracias a la invitación de Heineken: en el país de origen de su padre, finalizando una gira que lo llevó por México, Ecuador, Colombia y Argentina, y con unos invitados que amenizaron toda la jornada para comenzar a despojarse de los alter-egos.

Gush, encargados de abrir la noche y de ser los compañeros de gira de Adán Jodorowsky, dejaron en claro el por qué funcionan tan bien en la misma noche que el francés. La tónica que presentan se repetirá durante toda la cita, como si estuviese extraída de un librero. Sobreestimulación y exceso de invitaciones a bailar que transforman el ambiente en símiles a una clase de zumba, un espectáculo de crucero o una anímica banda en algún matrimonio. Lejos de ser malo, cuando de celebración de sábado por la noche se trata.

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‘Voldenpark’ y ‘We’re Not Alone’ comenzaron la tibia noche que conoció el baile sin previo aviso cuando canciones como ‘P-nis’ y el hit ‘Let’s Burn Again’ mostraron la versatilidad del cuarteto, que se pasea por las guitarras más tradicionales y el fresco pop francés de los últimos quince años, creando el equilibrio entre la melancolía y la celebración que presentan en formato multilingüe. Todas características que Adanowsky lleva años puliendo y que el sábado mostró por última vez como tal.

“Ya no puedo vivir con máscaras”, confiesa Jodorowsky durante la noche. Y eso es lo quehizo el pasado 31 de octubre, momento elegido para cerrar el ciclo de tres discos llenos de detalles teatrales llenos de altos y bajos, tal como la presentación que los asistentes a La Roma pudieron disfrutar: la pena es bailable, y Adanowsky lo siente al punto en que el éxtasis de las depresiones pasadas lo terminan haciendo explotar en coreografías, que realiza perfectamente memorizadas junto a la compañía de sus bien-vestidos coristas.

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‘Dancing to the Radio’ comenzó el velorio pre-anunciado. Labios rojos, traje de satín, ojos delineados, dos coristas que han compartido escenario con David Bowie, parte de los músicos de Gush, y el tecladista de Prince, llenaron toda la atmósfera que ya venía amenizada por DJ 100% Halal Meat, quien tuvo el cometido de hacer bailar a los asistentes, tal como Nico Castro y Tomás Ruíz.

La fiesta era inminente y Adán tenía el setlist perfecto para concretarlo. ‘I Don’t Love You’ y ‘Crossing the Line’ cerraron la primera parte de la presentación basada en su álbum Ada, LP que obtiene su nombre gracias a la protagonista de la noche. “Cuando mi madre estaba embarazada el tarot dijo que yo era una mujer. Me pusieron Ada. Desde que nací, y se dieron cuenta que soy Adán, el fantasma de Ada me ha perseguido. Hoy tengo que dejarla”.

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Besos, una pieza de baile en la pista, desmayos, y un acto de psicomagia que despide al personaje de Jodorowsky, estuvieron presentes en este homenaje a lanzamientos discográficos como El Ídolo y Amador, finalizando parte de una carrera que Adán dice necesitar desechar para comenzar un proyecto que espera ser lanzado durante comienzos del próximo año, en compañía del vocalista de Gush, Xavi Polycarpe.

‘Let’s Bring it Back’ fue la elegida para finalizar esta gira que no olvidó ningún detalle de Ada. Show digno de una diva que entiende que no hay mejor forma que pasar la depresión con un poco de baile, esa que no se preocupa por parecer correcta ni poco dramática. Despedida con pirotecnia que le da la bienvenida a Adán Jodorowsky.

*Fotos: Reinaldo Rodríguez