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Under peruano y la injusta historia política latina en voz de Varsovia

Under peruano y la injusta historia política latina en voz de Varsovia

Catalogar a Varsovia en un solo género músical es complicado. ¿Es Punk? ¿Coldwave? ¿Darkwave? ¿Synth-Punk? ¿Pop industrial? Da lo mismo. Conversamos con una de las bandas peruanas más interesantes de la última década. “Ya han pasado ocho años del primer álbum y algunas letras parecen vigentes hasta el día de hoy”, dicen.


Hay grupos que intentan toda su carrera ser legendarios. Otros ni siquiera necesitan una larga existencia para conseguir esa categoría. Y luego está Varsovia, la banda peruana a la que el tiempo, como siempre hace con los justos, le está dando la razón.

Sheri Corleone (voz, guitarra), Fernando Pinzás (sintetizadores) y Dante Gonzales (sintetizadores) formaron Varsovia en 2012; dos años después lanzaron su primer disco, Recursos Inhumanos, y este pasado 2022 su esperado segundo trabajo, Diseñar y destruir.  Con una trayectoria de más de una década, cambios de vocalista, covers a los Ramones y conciertos con los legendarios Saicos, se siente como si la banda hace poco hubiera comenzado a cosechar los frutos de todo su esfuerzo. Sin embargo, tal como nos cuentan en esta entrevista, actualmente, el futuro de Varsovia está en veremos.

Por lo mismo (y porque en POTQ creemos firmemente que es una banda que necesitas descubrir) charlamos con Pinzás y Gonzales. La conversación partió con la historia de la banda pero terminó en política peruana, el punk con letras panfletarias y las múltiples referencias a cómo es vivir en un contexto latinoaméricano-golpista.

Now I Wanna Sniff Some Glue: Los comienzos de Varsovia

Las mejores bandas siempre nacen de un momento específico, una suerte de piedra angular que sostiene la historia de la agrupación. En el caso de Varsovia, este hito no puede ser más simple: Fernando Pinzás quería aprender a usar su sintetizador nuevo, y un amigo le dijo que le preguntara a Dante Gonzales:

Fernando Pinzás: Me empezó a gustar la música a los 12 o 13 años. En los dosmiles básicamente escuchaba cualquier cosa que escucharía un adolescente rockero en Perú: Black Sabbath, los Ramones, Siouxsie, Joy Division, Rolling Stones, Metallica, Nirvana, Alice in Chains y esas cosas. Localmente me gustaban los grupos punks de acá: Leusemia, Inyectores, G-3 me encantaba, las bandas de la escena Subte 80 también las escuchaba bastante, que ya eran antiguos pero también legendarios, existían todavía los cassettes y ahí escuchaba a Narcosis, Eutanasia, Voz Propia, Autopsia, Ataque Frontal.

Siempre quise aprender a tocar guitarra bien, pero nunca pude. Fue un poco frustrante, pero eso no impidió que comenzara a hacer grupos, y en ese sentido el punk rock me dio esa capacidad de, con mi limitación musical, poder expresarme. Formé bandas en mi juventud, pero nada serio, hasta que fundé Televisión S.S. El nombre era una especie de pseudo-homenaje o parodia de grupos punks de los ‘70 que tenían todo esta onda de usar las “S.S.” de los nazis o la Esvástica incluso, como Sid Vicious o Siouxsie, por ejemplo. En ese tiempo la idea era hacer algo distinto pero yo no tenía sintetizadores, entonces la agrupación era guitarra, bajo, batería y un teclado Casio.

Lamentablemente, Televisión S.S. terminó disolviéndose.

Estaba cansado de los riffs, de los acordes en quinta [nota del periodista: los acordes más usados en el punk] o las baterías. Quería más drum machine, algo más mecánico, yo estaba full fan de Depeche Mode, The Human League, Kraftwerk, entonces quería algo más electrónico pero que siguiera siendo punk fuerte. 

En ese trance me consigo un sintetizador, un Yamaha DX 21, y quería empezar a usarlo pero no sabía cómo. A través de un amigo conozco a Dante Gonzalez que ya tenía una trayectoria interesante, muchos sintetizadores y sabía cómo usarlos. Te aseguro que es la persona que más conoce de sintes del Perú y de Latinoamérica. Yo fui con el mío para preguntarle cómo se usaba, y él me lo explicó. Todo me parecía bravazo pero no entendía mucho, era un sinte algo complicado, pero nos comenzamos a hacer amigos.

Dante venía de tocar en Pestaña, que era un grupo de tontipop muy popular en Lima por esa época. Además de una carrera solista, donde tiene cosas bien experimentales de la onda Jean-Michel Jarre, secuencial, psicodélica, experimental, ambient, muy versátil.

Le mostré algo de mi música, demos de canciones que estaba haciendo en ese momento, todo basado en sintetizadores. Me dijo que le gustaban pero que había que darles más forma y producirlos, que si quería lo hacíamos juntos y lo grabamos con sus equipos. Y ahí comenzamos a formar las primeras canciones de lo que después sería Varsovia.

Dante Gonzales: Empecé a hacer música electrónica a finales de los ochenta, todavía estaba en secundaria, pero a mediados de los noventa entré más de lleno al conseguir máquinas de sampler, y uno que otro sintetizador. En esa época pues no había muchas herramientas como ahora. Tenía que juntar dinero para comprar una caja de ritmos. 

Ya después he estado en varios proyectos a lo largo de los años. Lo de Varsovia fue más o menos en el 2011, si no me equivoco. Un amigo en común me presenta a Fernando Pinzás, que en ese entonces se había comprado un sintetizador DX 21 Yamaha y no entendía bien cómo programarlo. Me acuerdo que mi amigo lo llevó al estudio donde yo estaba justo en un ensayo y me dijo “oye, si le puedes ayudar a programar el sintetizador” y bueno pues le expliqué, pero creo que no entendió bien porque es una herramienta compleja.

Sin embargo, Fernando me comenta que tenía en mente hacer música que tuviera influencias del punk electrónico tipo Screamers o Suicide. Yo ya había hecho cosas así anteriormente, pero más en el género industrial como Cabaret Voltaire, no tanto por el lado punk. Me mostró unos demos y me interesó bastante su propuesta y comenzamos a trabajar juntos algunas bases. Así empezó Varsovia. 

No teníamos vocalista en ese entonces. Todo se consolidó cuando se hizo un tributo a Ramones acá en Lima y Fernando me propuso hacer un tema: ‘I wanna sniff some glue’. Ahí le invitamos a una amiga en común que teníamos, Sheri Corleone, que en ese entonces estaba saliendo de una banda algo experimental y rockabilly. Nos pareció interesante su manera de ver la música. Entonces esa fue nuestra primera colaboración, grabamos ese single que salió en un compilado tributo a Ramones y ahí empezó todo. Eso fue a mediados de 2012, y en el 2014 ya sacamos nuestro primer álbum, Recursos Inhumanos.

Diseñar y construir: Hablando sobre el nuevo disco

Ocho años han pasado entre el lanzamiento de su primer disco y el último, Diseñar y destruir, una gran cantidad de tiempo para cualquier banda. También lo fue para Varsovia, que tuvo que pasar por un periodo de espera que puso a prueba a sus integrantes. Y como si eso fuera poco, luego llegó la pandemia.

Por suerte, a finales de 2022 pudieron reunirse con la formación original para celebrar los diez años de la banda, presentar su segundo disco y hacer algunos shows en vivo que fueron todo un éxito. Aunque ahora, en pleno 2023, aún no se sabe que pasará en el futuro con Varsovia.

Fernando Pinzás: Nuestra primera etapa fue del 2012 al 2015, cuando empezamos a ensayar y a tocar en todos los locales en los que podíamos con amigos y bandas de música electrónica experimental o de noise, pero no tanto con punks porque eran otra cosa. 

En un momento nos invitaron a tocar al Lima Vive Rock del año 2013, que por ese tiempo era un festival gratuito muy importante, ahora se dejó de hacer. El cartel incluía a Los Saicos, lo que convirtió ese festival en uno de nuestros puntos altos. Nosotros tocábamos temprano, éramos el grupo nuevo, no teníamos ni un disco, pero a los organizadores les llamamos la atención. Los Saicos se estaban reuniendo por primera vez desde su separación en los sesentas, hubo un par de reuniones pero fueron improvisadas, este fue el primer show anunciado como tal, como cabezas de cartel.

Lamentablemente en 2015 nuestra cantante Sheri, chilena que estaba viviendo en Perú, se fue del país a Europa para seguir otros proyectos, y por consiguiente también sale del grupo. Luego de eso llega Carla Vallenas, bailarina, performer y fan del grupo. Hicimos otras composiciones, otro repertorio, renovamos todo y con Carla alcanzamos a grabar algunas canciones que salieron en recopilatorios y a hacer las bases de lo que sería el segundo disco, Diseñar y destruir, pero luego se retiró del grupo por el año 2017. Con eso la banda estaba cerca de disolverse pero dejando la promesa de lanzar el disco.

A partir de ahí pasaron cosas interesantes que nos motivaron a seguir. Una de nuestras canciones aparece en la serie de HBO Los Espukys: los productores se contactaron con Buh Records, el sello que nos edita, y les pidieron usar ‘Ellos quieren sangre’ como el tema principal de la serie. Eso fue el 2019; el problema era que el grupo estaba inactivo, Sheri aún estaba en Europa, Carla se había ido y la producción del disco se estaba demorando demasiado. 

En la pandemia nos volvimos a comunicar con Sheri, y le dijimos si no quería grabar ella ese segundo disco. Las canciones ya estaban listas, las estructuras, las letras, todo. Ella aceptó, le pareció bacán la idea, propuso irnos de gira a Europa y hacer algo más grande y todo coincidió. Se dio una sucesión de eventos que calzó de forma perfecta. Sheri grabó en Holanda las voces y ahora, con el disco ya estrenado, todo se dio para que nos juntaramos y pudiéramos tocar juntos, algo que no hacíamos desde el 2015. 

Definitivamente, el grupo no tiene la misma forma de trabajar que al inicio, en especial porque todos tenemos otros proyectos, musicales o personales. Nos estamos juntando para celebrar los diez años del grupo, presentar el nuevo disco, dar algunas entrevistas, quizás grabar algún video y después veremos. Sheri no tiene planes de volver a Perú, vive desde hace siete años allá y le va bien. Aunque esa dinámica de banda tipo guerrilla es algo que yo extraño bastante, pero que ya no se puede dar. Tampoco reemplazaría a Sheri para tocar, ya lo hicimos una vez y creo que no funcionó mucho.

Dante Gonzales: Yo ya he participado de varios proyectos, incluso tengo una carrera solista mucho más electrónica; entonces me pareció bastante interesante hacer algo más ambientado al rock, fuera de la música hecha con computadoras. 

La idea de Varsovia era agarrar una caja de ritmos, disparar un sintetizador y hacer unos bajos, una cosa más dinámica, más de “banda”. En nuestro primer trabajo se nota mucho eso. El segundo disco es un poquito más elaborado, creo que la diferencia más notable entre uno y otro son las secuencias y samplers que hemos ido añadiendo. 

Luego de que Sheri se va, Carla Vallenas nos acompaña durante un tiempo. Estábamos grabando ya, componiendo los temas para el segundo álbum, pero nos agarró la pandemia y nos separamos después, porque Carla tenía otras ideas ya no tan afines a la banda y se perdió un poco la dinámica. Había tantas diferencias que tuvimos que grabar el álbum de nuevo con voz de Sheri. Desde Europa nos mandaba a los archivos wav y así se iba completando el álbum. Todo eso fue muy gratificante porque su voz es un distintivo del sonido de la banda, y que esté grabada y registrada en este disco me parece genial. Y bueno, esperamos más adelante seguir contando con ella. 

El nuevo disco igual tiene un trasfondo social. Yo creo que ambos discos se podrían poner en perspectiva, en cuanto a los mensajes, sin ser panfletarios. Evitamos ser panfletarios y obvios en el discurso, pero igual son letras con bastante contenido social. Sobre todo cuando son cosas que suceden a diario, en especial cuando veo que entre países tenemos muchas similitudes y disconformidades con nuestros gobiernos. Entonces todo eso se transmite de alguna forma en las letras, en los sonidos y en la actitud.

¿Qué se siente ver el cielo desde el infierno? Sobre las letras políticas de la banda

Catalogar a Varsovia en un solo género músical es complicado. ¿Es Punk? ¿Coldwave? ¿Darkwave? ¿Synth-Punk? ¿Pop industrial? Da lo mismo, con su esfuerzo han logrado crear un sonido que no es fácil de encontrar en Latinoamérica, además de letras que hablan de descontento social, crítica política y vivir en Perú, todo sin caer en los lugares comunes del punk. 

Fernando Pinzás: Todas las letras las escribo yo. Me gusta mucho la ironía del punk, ese punk más sarcástico e irreverente, como los Dead Kennedys, Siniestro Total o los mismos Sex Pistols. Hacer un comentario agudo o crítico pero no al modo de la canción protesta clásica; no decir “hermanos, obreros, campesinos, unidos” ¿no? Que me parece genial y me gusta, pero no es lo que me influenció en lo personal. Me gusta más esa mirada irreverente, ese humor negro. Cuando Dead Kennedys cantan “Kill the poor”, evidentemente no es literal, es una sátira a las políticas económicas de la época que terminaban matando al pobre. Es muy paródico.

Los Prisioneros es un ejemplo muy cercano de un grupo que usa mucho ese sentido sarcástico de ver la realidad. En ‘Corazones rojos’ Jorge Gonzáles canta desde la perspectiva de un hombre machista, pero lo hace de una forma tan ridícula que termina siendo paródica, una sátira despiadada a ese machismo latinoamericano. Lo mismo con ‘Latinoamérica es un pueblo al sur de los Estados Unidos’ o ‘Sexo’.

‘Escuadrón de la muerte’ habla literalmente de grupos paramilitares; no los condena directamente, pero sí toma el punto de vista de cómo funciona la mentalidad de esta gente. ‘Los Inocentes’ no es una canción de protesta, pero sí es una alucinación casi poética sobre la desaparición de personas inocentes durante los años ‘80 en la llamada “guerra contra el terrorismo”, donde si cayó mucha gente inocente a manos de los militares, que en muchos casos fueron carbonizados. Eso de la desaparición del cuerpo es algo recurrente en muchas letras que he escrito, es algo que me choca, cuánta gente ha desaparecido en hornos del estado. ‘Los asesinos están de vuelta’ es prácticamente un mantra, una repetición constante, una marcha: “Los asesinos están de vuelta o quizás nunca se han ido”. 

La idea no es tanto decirte qué debes hacer o cómo debes actuar, sino que soltarte frases, ideas, y que tú mismo reacciones ante ellas. Varias de nuestras canciones tienen esa lógica. Por ejemplo ‘Diseñar y Destruir’ son solamente cuatro o cinco palabras que se repiten. ‘Cuerpos Anestesiados’ también es así. Son frases que van soltando casi de manera automática, de forma un poco dadaísta, y que van adquiriendo el sentido que pone el oyente.

‘Cardenal en el infierno’ es una de nuestras canciones que me gusta bastante, porque, sin decirlo explícitamente, todo el mundo entiende que alude al tristemente célebre cardenal Cipriani, ex arzobispo de Lima, aliado incondicional de la dictadura de Fujimori: un señor que era arzobispo de Ayacucho, una ciudad muy golpeada por el conflicto con Sendero Luminoso. En una época donde a diario aparecían personas asesinadas por Sendero o por los militares o el Estado, el cardenal había puesto un cartel a la entrada del arzobispado de Ayacucho diciendo “no se atienden casos de derechos humanos”. Le dio su bendición a la dictadura, fue un portavoz de causas anti-derechos, tuvo un discurso super machista, anti-homosexuales, ultraconservador, un vocero del sector más conservador de la iglesia. Él ya ha salido del foco de la escena pública, pero en el momento en que escribí la canción, estaba muy presente.

Dante Gonzales: Tú sabes que el arte siempre es ambiguo, o sea, no necesariamente tienes que enfocarte o decir algo explícitamente para referirte a eso. Ya han pasado ocho años del primer álbum y algunas letras parecen vigentes hasta el día de hoy, porque siempre hay descontento social, siempre hay corrupción política.

La idea es jugar un poco con la ambigüedad en las letras. Partiendo de la base de que no hay mucha letra, sino que son palabras concretas, con más impacto, casi como si fuesen proyectiles. Yo creo que a menos letra, puede haber más interpretación de parte del oyente.

Fernando Pinzás: ‘Hablemos claramente’ es una canción de Dante, y la voz que se escucha son loops de un discurso del general Velasco Alvarado, un dictador militar de los años setenta que, a diferencia de Pinochet o la Junta Militar de Argentina, era un gobierno más bien nacionalista, antimperialista, una dictadura militar más cercana a la izquierda. Fue la dictadura que hizo la reforma agraria, que se enfrentó a los grandes capitales extranjeros, que expropió el petróleo en el norte, que expropió los medios de comunicación que estaban en manos de familias adineradas y con una postura siempre pro-capitalista. Entonces Velasco es una especie de fantasma en este país. Él murió en los años setenta y de vez en cuando se le reivindica como como un líder nacionalista que es un cuco para la clase alta. 

Me parece súper interesante ese tipo de historias que están dentro del disco, aparte que sigue un hilo histórico. A mi modo de ver, las letras tienen muchos temas sobre los años ‘80, sobre la violencia terrorista que hemos vivido, la represión del Estado y un poco el antecedente histórico de eso en los ‘70, en la dictadura militar. Yo lo veo un poco así. 

Varsovia – Por: Héctor Delgado

El futuro en latinoamérica siempre es incierto

La conversación que POTQ tuvo con Varsovia fue a finales del año 2022, a pocos días de que el Presidente de Perú en ese momento, Pedro Castillo, anunciara la disolución del Congreso. Una noticia que comenzó un efecto dominó muy complejo de explicar, pero que terminaría con Dina Boluarte en el poder, en lo que muchos denuncian es una dictadura.

En las siguientes respuestas, Fernando Pinzás y Dante Gonzales hablan de los últimos meses de Perú y como ellos, más allá de sus ocupaciones de músicos, se han visto atravesados de forma obligatoria y transversal por un régimen autoritario que sigue contando muertos y que representa los problemas de América Latina en general a la hora de mantener una democracia constante y viable. 

Dante Gonzales: Para empezar, esto que está sucediendo no es novedad. Desde que tengo uso de razón, siempre hemos tenido este tipo de circunstancias de crisis políticas extremas. Yo me acuerdo que con el gobierno de Alan García en el 85 vino una crisis tremenda, con inflación y todo. En los 90 con Fujimori vimos tantos fracasos por corrupción y después de quedarse en el poder por diez años, quiso reelegirse en las elecciones del 2001, que ganó fraudulentamente. Ese fue el colmo y se recuerdo que se convocó a una marcha masiva. 

La historia es así. Y no solamente me refiero a Perú, sino que a Latinoamérica en general. Es parte de nuestra condición de patio trasero de Estados Unidos, y sus decisiones de poner y sacar presidentes para mantener controlada [la] región.

Siempre ha sido así. Y sin ser oportunista, esto hace que vuelvan a tener vigencia algunas letras de Varsovia que escribimos hace ocho años atrás, porque la historia es así. Son temas que están aislados en el tiempo y que por el contexto vuelven a ganar fuerza. Yo creo que todo esto es igual, tanto para Chile como Argentina, donde también pasan protestas, y son cosas que tienen una relevancia muy grande en nuestras vidas y en el arte. Definitivamente no podemos ser ajenos a esto.

Fernando Pinzás:
Esta opinión es como ciudadano, peruano, persona que vive acá, músico y comunicador. La situación aquí está realmente difícil. Hace años que no vivíamos una represión tan terrible, creo que desde la época de Fujimori que no habíamos llegado a este punto de polarización y autoritarismo. Para mí, y para mucha gente, el gobierno actual de Boluarte es una dictadura cívico militar, aun cuando digan que constitucionalmente y de acuerdo a las normas ha sido una correcta sucesión del poder después del tema que ocurrió con Pedro Castillo, que es aún más difícil de explicar. Es una dictadura que está teniendo una escalada de violencia cada vez más fuerte, y por lo mismo, esperamos caiga pronto.

Estamos en un estado de emergencia con el ejército y la policía desplegados en las principales ciudades, con ya casi 50 muertos por la represión, si es que no son más [al momento de subir esta entrevista, ese número ha superado los 60 muertos]. También tenemos actos de protestas sumamente fuertes e intensos, con tomas de aeropuertos e incluso quemas de comisarías. Los medios de comunicación están sumamente parcializados, y eso no lo digo yo si no que la mayoría de la gente que vive acá e incluso la OEA en un informe que sacó hace unos meses, donde dice que los medios han estado muy parcializados en contra del gobierno de Castillo y ahora en favor de esta dictadura. Muchos periodistas actúan más como representantes políticos de sectores ultraconservadores.

Venimos arrastrando hace años estas renuncias de presidentes, hemos tenido seis mandatarios distintos en siete años. Esto lleva a una polarización extrema con los sectores conservadores fujimoristas y con actores pseudo libertarios del lado de la izquierda, hasta llegar a este punto. 

Es terrible. Este debería ser un gobierno de transición pero no está llegando a la conciliación del país. Para mí, la renuncia de Boluarte podría aplacar un poco la ira, pero lo más importante es qué tipo de gobierno vendría después. Si se van a respetar las votaciones de la mayoría, porque acá lo que pasa es que se elige un gobernante que a las élites o a los medios o a los sectores conservadores no le gustan e inmediatamente comienzan a sabotear. Cuando ganó Pedro Castillo se hablaba de fraude, muy al margen de que el hombre efectivamente tiene investigaciones por corrupción, pero no se quería respetar la votación.

No sé qué solución habrá, lamentablemente, pero acá la gente a su manera está resistiendo y protestando. La situación es muy triste, muy deprimente. Espero que esta dictadura se acabe pronto y se logre, por lo menos, una transición democrática y que las próximas elecciones ojalá tengamos algo un poco más equilibrado, aunque lo veo difícil.