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En caída libre a la adultez: TOMORROW X TOGETHER estrena tercer disco

En caída libre a la adultez: TOMORROW X TOGETHER estrena tercer disco

Estuvimos en la conferencia de prensa de los surcoreanos realizada en Seúl, Corea, donde presentaron un nuevo largaduración que había adelantado sencillos junto a Jonas Brothers y Anitta. The Name Chapter: Freefall ya está disponible en todas las plataformas y aquí dejamos algunos apuntes sobre el disco, la incursión en géneros como el jersey club, el R&B y el rock, y cómo su conceptual carrera musical ha dejado registro de la ineludible adultez.


“La juventud es relativa”, nos contaba Hueningkai en nuestra entrevista de enero pasado, enmarcada en la promoción de su corto The Name Chapter: Temptation, el quinto de su carrera. Con el año en avanzada, TOMORROW X TOGETHER (TXT) vuelve al ruedo discográfico con un tercer larga duración bajo el nombre de The Name Chapter: Freefall, una continuación, al menos conceptual, de lo que pudimos escuchar en el verano.

En estos meses, la agrupación surcoreana –una de las más populares de la corriente k-pop en occidente– ha ido dejando atrás ese velo adolescente y por estos días se encuentran presentando 10 canciones que, fácilmente, podrían convertirse en lo mejor que han hecho hasta ahora. La juventud es relativa, lo puede decir el integrante de una banda que, al contrario de lo que entendemos en esta parte del mundo, ha dedicado su juventud a trabajar y alcanzar el arduo sueño de ser estrella mundial.

Si para muchos la juventud es una etapa ingenua e inexperta, donde los pocos años que llevamos con vida arman nuestras decisiones y criterios, ¿podemos decir que un grupo de jóvenes que rodea los veinte habita esa condición, aún cuando llevan años en el ruedo laboral, alcanzando hitos históricos como ser el primer acto surcoreano en pisar Lollapalooza Chicago, dos veces consecutivas? Podríamos decir que es relativo.

Aún así, TOMORROW X TOGETHER trata de vivir y plasmar la/su juventud mediante la conceptual música que ofrecen. La faceta más infantil fue retratada en The Dream Chapter: STAR y The Dream Chapter: ETERNITY, trabajos en los que la ilusión y el goce de aquella ingenuidad son pilares sonoros y estéticos; también fueron conscientes del peso de ir creciendo en minisode 1: Blue Hour, minisode 2: Thursday’s Child, y el estreno del verano, The Name Chapter: Temptation.

Fue en ese corto, el quinto de su carrera, en el que que Yeonjun, Soobin, Beomgyu, Taehyun y Hueningkai dieron las primeras pistas del ineludible golpe de realidad que significa transitar hasta la adultez: vamos perdiendo ingenuidad, vamos enfrentándonos a las ansiedades de no poder alcanzar los sueños, vamos perdiendo el brillo que se tiene cuando llevamos poco tiempo aquí. Nos entregamos a la tentación de no ser perfectos, de equivocarnos a propósito entendiendo el error como fuente de emoción y experiencia, abandonamos la tierra del nunca jamás donde todo parece seguro.

Hoy van en caída libre desde el mismísimo edén hasta los tiempos que corren. Asfalto asfixiante de ciudades enormes, capitalismo imparable, exigencias inalcanzables, inestabilidad emocional y mental, todo mientras seguimos haciéndole frente al día a día. The Name Chapter: Freefall es ese salto inevitable cuando la magia de la niñez/adolescencia empieza a irse por nuestros dedos, dejándonos con la urgencia de reentender la juventud desde lugares mucho más complejos para poder existir.

Y lo hacen de manera tan auténtica y literal, que la canción encargada de abrir el álbum se llama, nada más y nada menos, que ‘Growing Pain’. El track, que perfectamente podría ser una canción de Evanescence, conserva el interés por las guitarras y la estructura más rock que ha tomado la banda en los últimos años; como le ha pasado a cada generación, pareciera que la cadencia de una batería enojada y unas cuerdas rápidas apaciguan el dolor de crecer.

Mientras cantan en el coro que están cayendo de manera inminente, el álbum da un quiebre inesperado tal como nuestras conductas durante el crecimiento. ‘Chasing The Feeling’, el sencillo que acompaña al estreno, nos deja con un video en el que podemos ver esta caída personificada en un túnel subterráneo del que escapan mientras persiguen algo así como súper-emociones. En medio de una densa y poblada ciudad norteamericana, tratando de seguir la pista de estos globos luminosos, nos encontramos con una pieza cargada al new-wave, con un coro tan pegajoso como lo hizo A-ha en su momento. Innovando con una coreografía que introduce el voguing en las bandas de chicos, TOMORROW X TOGETHER se aclimata para un bailable tercer track.

Presentado en los últimos VMA’s, junto a la participación de Anitta, ‘Back for More’ llega en versión exclusiva de los surcoreanos. Con guiños disco, en una línea que bien ha explotado el pop occidental con exponentes como Dua Lipa, la canción es un último respiro de sensaciones lúdicas antes de dar paso al peso de enfrentarse de frente al crecer. Esta ya no es la ilusión del perder nuestra niñez, es ese periodo oscuro donde dejamos de entender el mundo como se nos explicó.

‘Dreamer’ es angustiosa suavidad. En una vereda mucho más soft R&B, TXT nos canta cómo aquellos sueños que tienen son más difíciles de lo que pensaban, cómo la ansiedad se cola en las noches y enseña insomnio. Las primeras conversaciones adultas, el terror de creer que no tenemos meta ni futuro, sentirnos grises. No poder abandonar la condición de soñadores aún cuando parece que es una batalla perdida. ‘Dreamer’ puede ser una de las piezas más completas que han hecho a lo largo de su carrera, pues logra ocupar su sonoridad para evocar ese sentimiento tan pesado que es el perder-nos en el crecimiento.

Este oasis de reflexiones sigue con ‘Deep Down’, un track que se siente mucho más familiar a lo que nos acostumbra el pop coreano; quiebres EDM, autotune, el impacto de Justin Bieber. Con frases cortas en inglés que se repiten incansablemente, TOMORROW X TOGETHER toma una postura de introspección y logra volcar pesadillas en anhelos. Eso que sentimos que será nuestro fin, quizás se trata de una salvación. La canción funciona como dedicatoria a fans, amores, familia. El humano sentir que es el necesitar. De alguien, de algo. Aferrarnos con fe ciega como si el mundo dependiera de eso.

Y, ¿qué hacemos cuando todo se siente perder? Como dicen por ahí, Sólo nos queda, a veces, bailar. Que el jersey club abunde en los pies de los tontos. ‘Happy Ever After’ es literal: la vida no es un cuento de hadas, la realidad no siempre tiene victorias o respuestas claras, pareciera que no hay final feliz. Y aún así la vida sigue. Y a veces dicen que Siendo estúpido serás feliz. Muchas veces es mejor no saber. Si mucho del dolor de crecer es caer en cuenta de un par de verdades, a veces lo mejor es ignorarlas y aprovechar los últimos destellos de niñez ingenua. Ese relato queda increíble con esta, la séptima canción de la placa. En medio del revival jersey club, TOMORROW X TOGETHER lo hizo fantástico. De paso, logra acercar el género a generaciones que no tienen la posibilidad –o la edad– para encontrarse con él en la pista de una rave clandestina.

¿Es eso Nirvana?, ¿Es eso Miyavi? Guardando las proporciones, ‘Skipping Stones’ podría ser perfectamente el resultado de un adolescente noventero que incursiona en el rock. Siempre fieles a su género madre, el pop, los artistas vuelven a la corriente más tradicional de guitarra-batería-bajo para hacer una serie de analogías entre tirar piedras al lago, confiar en el mar y la naturaleza como fuente de sanación emocional. J-rock vibes en un experimento que funciona más que bien cuando se tiene como primer track a ‘Growing Pain’. Bajo la misma lógica del rock, se puede apreciar la evolución musical que han tenido en estos años, pasando de un rockpop angustioso y adolescente, a una construcción un poco más robusta respecto a este tradicional estilo musical.

Aquella podría ser perfectamente la última canción de The Name Chapter: Freefall, con un cierre en la misma vereda que su comienzo. Pero hay más: ‘Blue Sping’ es una especie de regalo para quienes han seguido su trayectoria. Una balada con frases como Toda mi juventud está llena de tu calidez o Después de un largo invierno viniste a mí como primavera.

Para muchos puede ser particular la relación parasocial que existe entre ídolos surcoreanos y sus fans, sin embargo –y tal como pasa en la adolescencia– nuestro confort y calma puede venir de los lugares más particulares. Mientras Yeonjun, Soobin, Beomgyu, Taehyun y Hueningkai atraviesan el arduo túnel a la adultez, este track suena como recordatorio para ellos sobre la promesa de este incondicional amor que sirve de refugio para los artistas y sus seguidores.

Y si de broche de oro se trata, traigan a los Jonas Brothers. Una de las bandas más queridas por la generación Z se une a una de las bandas más queridas por los millennials dentro del universo pop. ‘Do It Like That’ fue el primer sencillo de esta placa y no daba pistas de lo contundente que sería el trabajo completo, pero es un fiestón que no sobra. Música ligera, veraniega y romántica, donde esta configuración pop de ídolos frescos se une de forma intergeneracional. Una especie de paso de posta, donde no hay jerarquía por edad, sino más bien una retroalimentación de culturas y experiencias en lo amplio que es el género.

Tuvimos la posibilidad de estar en la conferencia de prensa de TXT, realizada hace unos días en Seúl, Corea, y les preguntamos cuál fue el mayor reto musical al que se enfrentaron haciendo este álbum. Un trabajo que suena robusto dentro de su discografía, quizás el más sustancial.

“Esta vez tuvimos una gira mundial, una agenda muy apretada, y además tuvimos que prepararnos para el álbum. Pensamos que sería todo un reto y así fue. Estamos muy contentos con el resultado, creo que este disco se ha convertido en una historia sobre la realidad, que efectivamente puede relacionarse con cualquier persona, pero a nuestra manera TXT. Realmente hemos volcado nuestro corazón y alma en él, así que espero que sea de su agrado”, nos comentó Yeonjun.

“Mentiría si dijera que no fue difícil o no tuvo desafíos. Además de la apretada agenda, experimentamos por primera vez con muchos géneros nuevos para nosotros, y también trabajamos con algunos creadores por primera vez”, en palabras de Soobin.

Nos gustó y creemos que funcionó. El riesgo debe ser una de las demostraciones más grandes de nadar en las aguas de la adultez. Las primeras veces, las primeras personas, y en este caso, los primeros-nuevos-estilos, demuestran el interés de pulir un recorrido mucho más firme. Con miedo al error pero avanzando de todas formas, como lo hacen todos los adultos del mundo, en Corea o en Chile. La infancia se despide, los temores salen a flote, pero tal como cantan, son esas mismas aguas las que nos entregarán la tan anhelada calma.