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No Te Va Gustar: “La cordillera se hace sentir en lo cultural”

No Te Va Gustar: “La cordillera se hace sentir en lo cultural”

En Chile, el 18 de julio cayó un día miércoles de una semana corta gracias a que el lunes 16 fue feriado por el Día de la Virgen del Carmen. Por otro lado, en Uruguay, este miércoles es feriado, así que mientras uno llama en la hora que te da el trabajo para almorzar, en Uruguay contesta muy relajadamente el tecladista de la banda uruguaya No Te Va Gustar, Francisco Nasser.

No deja de ser entretenida la forma de la entrevista. No Te Va Gustar -desde ahora NTVG- es una banda que componen nueve músicos en escena a la vez. Cuentan con el pack inicial de banda -dos guitarras, bajo y batería-, además de un tecladista, un percusionista y una sección de bronces -saxo, trompeta y trombón-. Sin embargo, nos toca hablar con Nasser, uno de los más interesantes miembros, porque si bien la banda está activa desde 1994, él entró como miembro oficial, recién en 2013.

Entre asados de días feriados, Francisco Nasser cuenta cómo son los procesos de grabación de la banda, el porqué su popularidad no ha explotado en Chile como sí lo hizo en Argentina, sobre grabar con dos experimentados productores y cómo se siente reemplazar en los teclados a Marcel Curuchet, el tecladista que falleció en 2012.

—Sí, en este momento estamos en Montevideo, aquí en la sala ensayando. En este momento metimos un asadito porque acá en Uruguay es feriado-, dice Nasser desde su celular.

—¿Por qué es feriado allá?

Buena pregunta. Creo que es la declaración de independencia o la jura de la constitución, las confundo siempre, bueno acá lo hace todo el mundo. Pero es una de esas dos. (Nota: era la jura de la constitución).

NTVG viene a Chile a presentar su disco Que suenen las alarmas (2017) en el Club Chocolate. Y basta darse una vuelta por Spotify para notar que este último disco suena notoriamente más potente que sus antecesores, sin dejar de lado ese marcado estilo de rock argentino post-2000 que algunas bandas uruguayas como NTVG o La Vela Puerca han sabido replicar.

—El cambio de sonido del nuevo disco con respecto al anterior es bastante notorio ¿Fue algo pensado o más natural?

-Fue completamente buscado. Nuestro anterior disco fue producido por el norteamericano Joe Blaney que es un productor tipo old school, viste. De la onda de grabar todos juntos y que lo que suene va a ser más o menos lo que quede. Para este disco queríamos un sonido un poco más moderno, un poco más potente, más apretado. Más contundente creo que sería la palabra.

Con ese concepto nosotros elegimos a Héctor Castillo como productor: el venezolano radicado en NY. Es alguien con unas credenciales realmente impresionantes, Bowie, Cerati, Björk, Lou Reed entre otros. Así que lo primero que hicimos fue grabar tres temas en 2016 a modo de prueba probar cómo era trabajar con él.

—Bueno, como que ya respondiste un poco esta pregunta, pero ¿cuáles son las diferencias entre trabajar con Blaney y con Castillo?

Joe es netamente old school. Trabajó en grandes discos, que para nosotros son fundamentales en la historia de la música: el Combat Rock (1984) de los Clash, toda la discografía de los primeros años de Charly García solista, el Alta suciedad (1997) de Calamaro, entre otros. Además tenía mucha anécdotas, nos contaba de “aquella noche donde vienen los Clash y yo muevo no sé qué cosa en la mesa y ellos hace otra cosa…”. Unas historias fascinantes.

Por otro lado Héctor es alguien que tiene un pie en cada mundo, que tiene ciertas técnicas más antiguas de sonido y de microfonía, utilizaba muchos equipos viejos. Pero también puede sentarse en el Pro Tools y recorta, pega y te busca un sonido mucho más raro y moderno. No sé, por ejemplo pasar un cajón peruano por un micrófono y después por un pedal de distorsión, y mientras graba eso te mueve las perillas para que quede de cierta manera, es bastante más experimental. Pero las dos experiencias fueron increíbles.

—Son una banda que llena estadios en Argentina y Uruguay, pero en Chile (a pesar de que han venido a tocar casi todos los años -excepto el año pasado) todavía no logran superar esa barrera de masividad ¿tienen idea de porqué pasa esto con países tan cercanos?

La verdad para nosotros es tan extraño como vos lo planteas, es algo que para la banda es un debe y es una suerte de desafío cada vez que vamos a Chile. Por supuesto que siempre damos lo mejor de nosotros, pero cuando vamos a Chile lo hacemos aún más, la idea es tratar de conquistarlos a los chilenos. Y la verdad es que que ese tipo de shows (más pequeño, como el que darán en el Chocolate) también nos encanta, no es que vivamos tocando en estadios y si no es un estadio no lo disfrutamos. Te diría todo lo contrario de hecho, a veces es mejor que sea más chico porque ves a la gente más cerca.

—Tú entraste a la banda en 2013 reemplazando a Marcel Curuchet (1972-2012) que lamentablemente falleció por esa época. Me interesa preguntarte cómo fue ese proceso de entrar a la banda en ese contexto.

Bueno, la verdad a mí me llega la invitación y no es algo que yo esperara, tampoco era el reemplazo lógico para la banda. Fue bastante sorpresivo para mí y creo que para el público también. Yo nunca sentí realmente que reemplazara a alguien, de hecho creo que artísticamente somos diferentes tipo de músicos, es como que yo de alguna manera me hice mi lugar. Musicalmente hablando. En la banda nunca me hicieron sentir un reemplazo, en ese sentido fue super fácil para mí, si bien yo sabía que estaba entrando en un momento difícil y en una posición difícil, nunca me lo hicieron sentir.

—Ahora volviendo a Chile. Dudo mucho que acá en mi país mucha gente pueda nombrar más de unas cuantas bandas uruguayas. Hice el ejercicio conmigo mismo -que se supone que sé del tema- y llegué a estos nombres: NTVG, La Vela Puerca, Jaime Roos, Juan Wauters, Eduardo Mateos, Ruben Rada y El Cuarteto de Nos.

Ah bueno, pero bastante bien. Tenés buena data.

—Pero convengamos en que debe haber un montón de otros grupos interesantes en Uruguay.

Ya pero mira, ahí en esos que nombraste hay músicos fundacionales, nombraste bandas establecidas de rock y algún nuevo talento como lo es Juan Wauters. De todas maneras -y creo que por ahí va la pregunta- a veces creo que la cordillera se hace sentir en lo cultural. Quizás estamos cerca geográficamente, pero eso es una barrera.

—Como que nos aísla.

Sí, lamentablemente es así. Sería mucho más lindo que hubiera más intercambio. Se sabe que en Chile se están haciendo grandes cosas en el hip hop, en la electrónica, en el pop y en el folklore. Habrá que trabajar para que tengamos un poco más de intercambio.

—¿Conoces algo de música chilena?

Música chilena… -dice Francisco con un tono de voz que tendría el emoji pensativo- la verdad no es mucho lo que llega, pero por supuesto conocemos a Violeta Parra. También…estoy tratando de acordarme del nombre de estos muchachos raperos muy buenos de finales de los 90′ que cantan “cuando el juego se hace verdadero, cuando el juego…”

—Tiro de Gracia.

¡Tiro de Gracia! Eso es. Tienen unos discos alucinantes.

—Y para terminar ¿Cuál es el concierto más extraño que has tenido con NTVG?

¡Fua!…te podría decir dos. Uno fue el concierto que hicimos en Costanera Sur en Buenos Aires. Lo extraño era que había casi 60.000 personas, y era mi cuarto o quinto show con la banda. Yo no entendía bien, pero fue alucinante que toda esa gente comprara una entrada para vernos.

—¿Y el otro?

Fue el año pasado. Estuvimos en un circuito de shows en México, era un circuito un poco under pero no tanto, en realidad dependía del show. Uno de esos shows, que si no me equivoco fue en Morelos, era en un lugar muy pequeño, pero lo más pequeño era el escenario.

Tenía como un cuarto al fondo en el cual metimos la batería, la percusión y mis teclados. Después había como una puerta y una suerte de escenario pero lineal, como pasillo, entonces todos los demás integrantes quedaron uno al lado del otro como en fila, sin margen para moverse para adelante ni para atrás, en fila mirando adelante y adentro del cuarto estábamos los otros tres como en otro mundo. La verdad es que igual le pusimos el pecho a las balas y salió bien el show, pero fue muy extraño tocar de esa manera.

*No Te Va Gustar se presentará el 3 de agosto en el Club Chocolate.