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La Reina Morsa: una bocanada de aire fresco

La Reina Morsa: una bocanada de aire fresco

 

Fotos por Debi Castro

La Reina Morsa se formó recién hace poco más de un año y ya han dado mucho de qué hablar. Con un EP bajo el brazo y un disco a punto de salir del horno, el trío ha sabido llamar la atención entre las decenas de bandas nuevas que van saliendo cada mes. Por algo será. Estos músicos son talentosos, y se nota que en su trabajo hay una gran cuota de amor. Desde el sur a Santiago y desde aquí al mundo: La Reina Morsa.

 

La banda está formada por Victoria Cordero, Juan Fernando Rubilar y Leo Saavedra. Sus edades oscilan entre los 20 y los 25 años y eso se nota en la frescura que tienen sus canciones. Aunque, por otro lado, su juventud contrasta con la forma en que trabajan sus temas, plagados de arreglos minuciosos y maduros. Este proyecto nació entre Vicky y Juan Fernando, que antes tocaban en Los Cosmonautas y Los Delis, respectivamente. De hecho, Victoria sigue tocando paralelamente con su otra banda. Además, para sus presentaciones en vivo, cuentan con Felipe Castro y Boris Ramírez.
 
“Teníamos temas aparte que no iban con nuestras bandas, así que un día dijimos ‘hagamos una’. De hecho el vocalista de Los Cosmonautas, Roberto, me había dicho: ‘tienes que hacer un proyecto solista aparte, porque estás perdiendo esas canciones que son buenas’. Justo llegó esto de LRM y chao con el proyecto solista, que de hecho no quería hacer. Pensaba que hay muchos factores que condicionan el éxito en ese sentido. Tienes que jugar a ser mina, tener un estilo y no estaba ni ahí. Aparte, no me gusta eso de la contratación de músicos. Obvio que iba a tocar con mis amigos, no quería llevarme toda la pega porque tengo muchas cosas que aprender trabajando con otra gente”, cuenta Victoria. 

“Yo tenía otras inquietudes musicales, y ganas de plasmarlas. Siempre quise hacer algo con la Vicky porque me llamaba mucho la atención hacer temas para una mujer, y ella canta la raja. Buscaba ampliar el abanico de mis posibilidades como músico y ella estaba pintada para eso”, dice Juan Fernando.

Un tiempo después se les unió Leo, que paralelamente forma parte de Primavera de Praga. “Escuchó el MySpace y nos dijo que le gustaría tocar con nosotros. Él sabía que podía aportar en algo tan distante como nos es la producción, fue la pieza que faltaba. Leo se prestó para agarrar nuestras ideas y musicalizarlas inmediatamente. Nosotros solos hubiésemos estado más limitados. Tiene otro tipo de experiencia y nos dice cuando algo funciona o no, depuró el sonido. Antes éramos -nos carga el término- minimalistas. Y la verdad es que nunca quisimos hacerlo así, pero no teníamos ocho brazos para tocar todo”.

El nombre de la agrupación llama la atención, pero no tiene ninguna razón de ser demasiado profunda. Lo eligieron porque era, como ellos mismos dicen, ‘menos malo que los otros que tenían en mente’.  “Pasó que queríamos algo tan original que las primeras opciones terminaban siendo una mierda, como Los Caballos Campestres. Había nombres ficticios como María Laura Donoso y Los Caballos de Mimbre, algo así”. 

La verdad, eso es lo de menos al momento de hablar de música: lo mejor es que ésta hable por sí misma. La carta de presentación de estos chicos es el EP de tres canciones que publicaron hace un tiempo, titulado Fiesta Pequeña. “Las canciones que escogimos poner ahí muestran la diversidad de la banda. ‘Navegar’ es súper pop, ‘Estufa’ es una canción bonita pero compleja, más piteada. Y ‘Fiesta Pequeña’ es la esencia máxima de lo que tenemos nosotros de pasarlo bien y hablar cosas tontas”.

Este adelanto del disco que están prontos a publicar -la primera quincena de agosto- fue lanzado en conjunto con el Sello Cazador, que tiene entre sus filas a bandas como Fother Muckers, Los Mil Jinetes y Protistas. “Cristóbal Briceño, de los FM, vio el MySpace. Se lo mostró a Diego, del sello, y él nos contactó”, cuenta Rubilar.

“Entrar a Cazador nos ha ayudado, porque éramos un poco desordenados en términos de no tener fechas para tocar, de lanzamiento. Diego nos dio la idea de hacer el EP. Nosotros estábamos hiperventilados, queríamos sacar el disco al tiro. Quizás eso no hubiese resultado”, agrega Vicky. “Si no hubiese pasado estaríamos pataleando, ahogándonos un poco. El medio chileno es tan insípido, que hay que enrielarse un poco en lo que tenemos ahora”, dice Vicky.

Juan Fernando añade: “Algo que acordamos con ellos es casi una filosofía de vida, de cómo ver la música y saber qué cosas hay que tomarse en serio y cuáles no. Ellos nos respetan las letras, el arte. En eso no se meten, lo aceptan y gracias a Dios las compartimos. Hay una relación de empatía, es como una familia. Es más un nicho que una empresa, a pesar que tiene que tener rasgos comerciales para funcionar”.

Abriendo el camino

Los dos pilares de LRM, Victoria y Juan Fernando, vienen del sur del país. Vicky, por una parte, desde Punta Arenas, y Rubilar desde Los Ángeles. Saben que desde sus ciudades de origen les hubiese sido mucho más difícil o casi imposible difundir su trabajo. “Allá no hay industria. Es limitado y súper triste. Yo tengo un constante dilema, vine aquí a estudiar pero aparte hago música y, por lo mismo, tengo dramas de tiempos. Si estuviera acá con mis viejos tal vez tendría más definida la cuestión y me podría dedicar sólo a la música. Es muy chico todo como para lanzarse desde allá y tratar de hacer algo, inevitablemente vas a tener que llegar a Santiago. Aquí puedes vender un disco, conseguir hacer difusión, prensa”, dice Juan Fernando.

“En Punta Arenas, la única banda conocida que se sabe que es de allá es Hielo Negro. Pero es también porque ellos se ponen la camiseta, porque les ha costado mucho. Han llegado a tocar a Europa, sacándose la mierda. Hay grupos allá que no se esfuerzan mucho porque dicen: ‘no tengo plata para viajar a Santiago y tirarme a la vida a una cuestión donde van a haber veinte bandas más que tocan lo mismo que yo. No están los tiempos para apostar a algo tan grande, hay poca escena, pocos espacios”, acota Vicky.

Afortunadamente, LRM ha sabido abrirse camino en la escena musical después de tocar muchas puertas. Tenían contacto con otros músicos desde antes de su llegada a la capital, como con los PDP, y han ido conociendo gente. “Se va abriendo de a poco la cuestión, pero ha sido todo como en la selva, abriendo con un machete. Está muy apretado todo, hay retención de cosas, algunos medio o locales son cerrados. Pero se ha dado de manera favorable”.

Si uno revisa en internet información sobre La Reina Morsa, encontrará algunas entrevistas, notas varias sobre tocatas y algunas reseñas de su EP. Nada de esto suena sorprendente para quien busca saber más sobre alguna banda, ya que ese tipo de archivos es con lo que uno espera toparse. Sin embargo, hay algo que llama la atención, especialmente con respecto a las críticas que circulan en la web. No hay ninguna que se refiera negativamente a esta banda. Una de las primeras cosas que salió sobre ellos en la prensa especializada, fue una reseña que hizo David Ponce -referente del periodismo musical- de Fiesta Pequeña.

“Yo estaba en Punta Arenas, justo leyendo Prueba de Sonido. El Mico (Rubilar) me llama y me cuenta. Y yo: ‘¡Pero no nos cacha nadie!’. Como banda somos nuevos, entonces que te acojan con tanta empatía me parece… no sé si sospechoso, pero me cae bien. No es que queramos que nos critiquen mal. Muchos deben pensar que somos amigos de todos ellos”, ríe Victoria.

“Ha sido espontáneo, con la Vicky tratamos de ser lo menos arrastrados con LRM. No queremos sobarle el lomo a alguien tres semanas para que nos deje telonearlos, nunca hemos pedido favores. Es curioso que se dé tanta buena onda. Me sorprende mucho. Si eso llegara a bajar lo vamos a tomar con calma, por lo mismo. De repente puede que salga el disco y que no les guste, y no vamos a llorar. Si te pescan con un EP, uno podría decir con el disco muchos lo van a escuchar”.

Faltan un par de semanas para que su disco debut sea publicado. Según los músicos, es una producción que seguirá más o menos la línea de su material ya publicado, pero de una manera más evolucionada. “Los temas del trabajo anterior están incluídos, pero reversionados. Cambian los arreglos, las velocidades, siguen un camino natural. La intención es que se consolide un poco el espíritu de lo que queremos proponer, rectificar todo. Está más pulido y pensado el sonido. Hemos madurado como banda”, dicen riendo.

La próxima fecha en vivo de La Reina Morsa es el 21 de Agosto en el Teatro Regional de Maule, en Talca. Estarán junto a los Fother Muckers y Los Protistas.