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La revolución musical de Primavera de Praga

La revolución musical de Primavera de Praga

En 1968, la ciudad de Praga fue testigo de cómo un grupo de personas protagonizaron un movimiento revolucionario, intentando terminar con el totalitarismo comunista que gobernaba y reprimía a Checoslovaquia. Más de 40 años después, cinco artistas nacionales acuñarían el nombre de este legendario suceso para comenzar a escribir las páginas de su propia revolución personal y musical. Una banda que ha trazado su camino en base a la plena convicción y aprecio por lo que hacen, sin sentir que deben cambiar por nada, ni nadie. Ese grupo es Primavera de Praga.

Según Leo Saavedra, vocalista, el origen del grupo -proveniente de Los Ángeles- se remonta hacia el año 2001. Tras participar en varias tocatas colegiales, el quinteto decidió probar suerte fuera de esa ciudad y comenzar a dar a conocer su música por otros lugares del país. "Después de tocar en hartos colegios y festivales de rock locales, el 2002 viajamos a Valdivia y grabamos un demo, para mandarlo al concurso de Balmaceda 1215. A pesar de que ganamos, todos nos fuimos a estudiar a diferentes lugares. Yo estaba en Santiago, otros en Conce, entonces no ensayábamos mucho. A pesar de eso, decidimos volver a grabar y concursar en Bandas de Chile. De nuevo ganamos. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos que seguir con esto".

Estos paréntesis históricos, presentes en los orígenes de Primavera de Praga (quienes se establecieron en Santiago de forma definitiva el 2007) fueron los que rodearon la creación y publicación de su primer material discográfico, Antología. "El nombre puede sonar altanero, pero realmente no es así, es porque no tiene un estilo artístico definido. Además no lo grabamos de una sola vez. Nos demoramos hartos años, partimos en Valdivia, seguimos por otros lados y lo terminamos acá. Por eso es una Antología".

Desde ese momento, la agrupación se ha caracterizado por poseer un sonido influenciado por el mundo del pop y rock internacional, como The Beatles, Beach Boys, Supergrass o Blur, además de los matices propios del rock nacional establecido por Los Prisioneros, Los Tres y la inigualable Violeta Parra. "Todos tenemos influencias parecidas. Allá no hay tantas radios como acá, no existen las emisoras especializadas. Nosotros escuchamos harta música pop. Uno crece con eso".

Para los integrantes de la banda, la recepción de Antología estuvo muy bien “incluso un tanto superior a lo que esperaban”, dicen. Sin embargo, la elaboración de su segundo disco homónimo centraría las bases de un desafío mayor. "En Antología eran grabaciones apuradas, a puros premios. Onda, con un tiempo determinado en cada estudio. Por eso nos centramos más en las canciones en sí y no tanto en los detalles. Con el segundo álbum se dio otro proceso, que fue súper lógico y natural. Estábamos todos grabando, todos proponíamos. A pesar de que el disco lo produjimos nosotros, teníamos el apoyo de personas como el Chalo González. El cambio era obvio. A pesar de que antes existían canciones hermosas, ésta era la primera vez que grabábamos en serio".

Los resultados que se obtuvieron tras la publicación de Primavera de Praga fueron inmediatos. Muchas canciones de esta producción, comenzaron a circular frecuentemente en las radios nacionales e incluso en la televisión, como es el caso del single ‘La Peor Noche’. Para Pablo Freire y Leo Saavedra, esta situación no representa ningún problema debido a que su objetivo es “llegar a la mayor cantidad de gente posible y no encasillarse en una cultura vanguardista subterránea”. Sin la necesidad de satisfacer las exigencias de la crítica especializada, ni sentirse intimidados por el paso del tiempo, los miembros del quinteto han visto cómo, gracias a su música y presentaciones en vivo, su trabajo ha comenzado a recibir sus frutos.

En el 2008, junto con Luis Dimas y Teleradio Donoso, participaron en la versión chilena del Circus Rock, además de su presentación en el festival Santiago Rock. Este año formaron parte de la reconocida Yein Fonda, además de ser teloneros del último recital realizado por Oasis en nuestro país. "Había varios postulando y nosotros llevamos un material. Los últimos grupos los elegía la producción de Oasis. Entonces un día nos llego un mail avisándonos. Fue bacán, estábamos tocando ante una banda con la que crecimos y nos influenciamos".

Como una forma de inmortalizar este acontecimiento, en una estrategia un tanto novedosa en nuestro país, la banda registró un documental, disponible en su MySpace, que narra toda la experiencia vivida antes, durante y luego de la presentación. "El documental nació como una idea de todos. Queríamos registrar algo, pero para tenerlo como imágenes de archivos. No teníamos credencial para grabar, pero se consiguió. Teníamos la idea de llevar a alguien para que filmara, pero ahí se creó la idea de hacer algo más largo. Siempre estaba la idea de grabar, pero después se nos ocurrió la idea de hacer algo bien preparado y editado, encuentro que quedo bien emotivo".

A pesar de todos estos acontecimientos, además de la gran aceptación que su música tiene en la gente, los integrantes de Primavera de Praga, opinan que algunas personas resultan ser un tanto despectivas al momento de referirse a la música nacional. "En algunas ocasiones, si un grupo suena similar a otro, se ve como algo negativo. Encuentro que eso es súper penca. Onda, siempre se habla de que Manchester tiene su sonido propio, pero al momento de ver lo chileno, onda la del Sur como nosotros, se comienza a desprestigiar las similitudes, más que comprender el porqué sonamos parecidos". Por este motivo, ellos se definen como un grupo cuya principal meta -al momento de componer- es el grado de “resonancia afectiva” que pueden llegar a tener con la gente que los escucha.

Durante todo este tiempo, se han encargado de seguir un proceso de crecimiento en constante avance. Esta innovación sonora es la que, según Leo Saavedra, se ha hecho más evidente y palpable en la producción de su nuevo material, que está ad-portas de ser publicado y que contó con la participación de Álvaro Henríquez en la producción. "A él lo conocimos el año pasado en el Santiago Rock. Nos dijo que le gustaba el grupo y que nos quería producir algo. Dijimos que sí al tiro. Teníamos claro lo que queríamos. Era llegar, grabar y mezclar. Le mostramos las canciones y hubo un momento en que nos cambió algunas cosas, pero lo dejamos porque era el productor. No se metía en los arreglos, sino en algunos pequeños detalles. A pesar de que se nota su mano, no suena como los otros discos en los que ha trabajado, o que nosotros hayamos publicado".

Así está el panorama de Primavera de Praga en estos días. Con un tercer elepé terminado, los músicos repasan su trayectoria y se dan cuenta de cómo han conseguido instaurar su nombre en la escena. Como un grupo que, a pesar de demostrar sus influencias musicales y existenciales sin ningún resquemor, no se queda estacionado en los recuerdos, sino que buscan seguir en un constante avance. Firmes en lo que hacen, miran hacia adelante sin sentir presiones de ningún tipo. No se preocupan de los comentarios negativos y simplistas, con los que algunas personas buscan desacreditarlos, ni tampoco se sienten presos de algún estilo o público definido. Para ellos, lo importante es hacer música que la gente aprecie y sienta cercana. Lo demás es parte de otra historia, en la que ellos no están interesados en participar.