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Las Ligas Menores: “Nos parece tremendo y hermoso que las mujeres estén saliendo a pelear por lo que siempre nos correspondió”

Las Ligas Menores: “Nos parece tremendo y hermoso que las mujeres estén saliendo a pelear por lo que siempre nos correspondió”

“Sólo quiero ver a mis amigos bien
juntarnos una noche de verano y charlar
mientras las estrellas pasan por arriba nuestro

comer y tomar algo mientras las sonrisas van de acá para allá
anécdotas de años anteriores
que parecen que fueron un segundo atrás

no necesito más que esto para poder sonreír
no quiero nada más que a ellos para poder ser feliz”.

‘Mis amigos’, Las Ligas Menores.

Compañeros de colegio, amigos de universidad, y canciones de Pavement de fondo. Las Ligas Menores están a horas de hacer su debut en Chile y aunque para muchos lleguen como una banda reciente, el camino de los argentinos está más cerca de la década que de los primeros meses de romance musical. Anabella, María, Pablo, Nina y Micaela tienen claridad y frescura en sus letras, lo vienen demostrando desde el 2012 cuando liberaron su epé, pero no fue hasta la llegada del largo homónimo que la agrupación terminó de confirmar la línea que traen en sus teclados y guitarras: relatos directos, sin rodeos, cual anécdotas que se pasan de amigos entre amigos en alguna velada de noche verano.

Escuchar canciones como ‘A 1200 Km’ o ‘Accidente’ se siente bien. Es como el sol agradable iluminando tu cara, es como un paseo en auto con tus papás con las ventanas abajo, es como una escapada a la playa con tu pareja. “Las letras y las melodías nacen de una forma bastante espontánea”, cuentan desde su ensayo previo a lo que se viene para estas semanas tanto en nuestro país como en el suyo. “Alguno trae una canción con letra, o con la música de base, y la vamos armando entre todos”.

Las trece canciones que conforman Las Ligas Menores con data del 2014 son pequeños cuentos personales que los integrantes se atreven a compartir con el mundo, con sus colegas de escena y con la fanaticada creciente que ya los aplaudió en Perú durante el Lima Popfest, y que hoy los espera en Santiago y Concepción en el marco del Festival Huracán.

Para nuestra suerte, la visita de los músicos coincide con un nuevo proceso en su historia musical, el siempre muy esperado segundo disco. “Cuando nos planteamos hacer un segundo álbum, a diferencia del proceso que implicó el primero, las canciones no estaban hechas. Eso nos obligó a tomar más tiempo para armarlo y buscar un sonido que represente esta nueva etapa”, comentan cuando les preguntamos sobre las novedades y diferencias que traerá esta entrega. “El proceso de armado también cambió porque ahora tenemos dos productores que tienen una participación más activa, proponiendo ideas y nuevas formas de pensar las canciones”. Así que para este nuevo desafío tendremos un poco de orden entre tanta tripa y corazón que deja cada frase de Anabella, Pablo y María cuando cantan.

Ya escuchamos sobre paseos y escapadas de la ciudad, decepciones y adicciones musicales, pero ¿cambia el relato de la banda después de tres años? ¿Se siente el ruido y agitación del mundo en las nuevos tracks? Según Las Ligas, “las temáticas fueron cambiando porque nuestras preocupaciones no son las mismas, pero como nos inspiramos en situaciones personales no podríamos decir que varían por los acontecimientos a nivel mundial, a lo sumo será por la manera en que nos impactan a nosotros”.

Puede que los titulares periodísticos no influyan en lo que terminarán diciendo sus letras, pero difícil es que no los afecten como humanos y compañeros. Uno de los tópicos más sentidos que vivió Argentina durante este año que ya se va es la violencia con la que es tratada la mujer sólo por el hecho de serla.

“Obviamente estamos muy atentos a todo lo que está sucediendo”. Imposible no estarlo en un país que se estremeció con situaciones como las de Aldana o Lucía Pérez, “Nos parece tremendo y al mismo tiempo hermoso que mujeres de todos los ámbitos estén saliendo a pelear por lo que, al fin y al cabo, siempre nos correspondió, que es un trato igualitario”, dicen con propiedad. Después de todo, en sus filas habitan cuatro mujeres, aunque siempre se han desmarcado de la etiqueta de banda de chicas. Pablo también es un engranaje importante y la finalidad de sus relatos es que sean universales.

“Nosotras particularmente nunca nos sentimos maltratadas en este ambiente, pero también somos conscientes que el indie siempre tendió a ser más horizontal que el rock tradicional -con sus excepciones, por supuesto-”.

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La independencia

Gran parte de la historia que conocemos de Las Ligas Menores llega desde que fueron invitados a ser parte de Laptra, el sello oriundo de La Plata que por estos días estalla como la promesa indie. Sorprendente cuando es un colectivo con más de diez años de existencia, pero por alguna razón tanto en Buenos Aires como en nuestra capital, la consigna de la independencia parece ser la palabra favorita por los medios y hasta por los propios músicos. Después de todo es LA forma cuando estás en sociedades que no entienden la cultura como un trabajo.

Casi por cosas del azar, los cinco amigos llegaron a este nicho de artistas que sabían que necesitaban hacerlo por las suyas o no hacerlo, tal como lo vemos en distintas ramas de nuestras escenas. “Si tenemos que describirnos en una palabra que nos defina sería independientes, por la manera en la que fuimos haciendo las cosas desde el principio y por el movimiento de bandas del que nos sentimos parte”, cuentan los músicos que anteriormente han rescatado la posición de ser autónomos. No hay que hacer discos para el jefe, no hay que cumplir metas para personas en corbata que no entiendan lo que hay detrás de crear.

Dentro de este mismo espiral de apoyo y amigos es que llegan al Huracán, una instancia autogestionada que se ha levantado con bandas nacionales que pasaron de ser compañeros de pasatiempo a amigos que quieren llevar las cosas un poco más allá entre todos, quienes seguramente han aplicado “la paciencia y constancia para sobrevivir a la ventura de tocar” sin responderle a alguna gran compañía o marca, tal como nos cuentan los integrantes de Las Ligas Menores.

“No necesito más que esto para poder sonreír”, dicen en ‘Mis Amigos’, una de las canciones -entre ellas un cover a Galaxie 500 para guardar en el corazón- que llegan en el simple a modo de adelanto de su venidero larga duración, bajo el nombre de Ni Una Canción. La clave para resistir los años es “tocar mucho, no ser mezquinos ni con sus compañeros de banda ni con las otras bandas”, y por sobre todo “aprovechar las oportunidades que se les presenten”, como la que los trae a Chile después de varias aventuras que sólo tenían como fin “ver a mis amigos bien” y que mañana culminará en esta primera visita.