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Nova Materia: “el cuerpo es mucho más importante”

Nova Materia: “el cuerpo es mucho más importante”

Hablamos con Nova Materia, proyecto de electrónica de raigambre acústico-primal, conformado por Caroline Chaspoul y Eduardo Henríquez, más conocidos por estos lares como baluartes de una banda llamada Pánico, que sacó a muchos del letargo radial de los noventas (me incluyo). La dupla nos visitará este 18 de marzo en el ciclo Blondie 24, en una fecha compartida con Alejandro Paz, músico electrónico de oficio y talento. Ya con un segundo EP titulado All The Way, el dúo nos entregó unos minutos breves pero muy cordiales, para hablar de sonido y otras menudencias.

La entrevista inicial iba a ser sólo con Caroline, pero Eduardo gentilmente se sumó a la dinámica.

—¿Crees que Nova Materia es un paso natural desde lo que has hecho los últimos años? ¿Hay una distancia larga desde lo que hacían con Pánico o es parte de la misma energía, del mismo acercamiento hacia la música?

Caroline: De todos modos, en esencia somos los mismos, vamos creciendo, pero obviamente hay una conexión. Está ligado Pánico con Nova Materia en el fondo porque básicamente, cuando uno va componiendo, hay cosas que cambian, como usar elementos distintos, por ejemplo. Entre Pánico y Nova Materia, no tocamos instrumentos de la misma manera, no utilizamos ni los mismos instrumentos ni la misma forma de componer, pero el punto es que somos las mismas personas, entonces, aunque lo quisiéramos, no podríamos huir al hecho de que lo que uno compone viene de sí mismo. Entonces, en eso obviamente, se pueden encontrar cosas de Pánico en Nova Materia.

—¿Cómo trabajan los sonidos de su música? Este collage minimalista que siento en lo que hacen tiene partes orgánicas y parte máquinas. Este Robocop sonoro, ¿cómo lo construyen? ¿Componen, hay un orden establecido, funcionan en parte improvisando?

C: Hay distintas etapas y distintas “vistas” de los mismos temas con Nova Materia. Obviamente componemos temas, pero de manera mucho más intuitiva, es decir, usamos materiales orgánicos que van desde las piedras, pasando por la madera, fierro, mucho, y tal vez vamos a utilizar otros materiales más adelante, digamos, que se van transformando o se trabajan de manera percutiva, de manera más bruta y directa, en transformación, en sonido puro. Y en este caso, digamos, que entre grabación de temas y temas en vivo, hay un camino bastante largo, porque aceptamos perfectamente en vivo dar una vida propia a cada pieza. Tenemos estructuras de composición, pero también tenemos la libertad de hacerlos evolucionar como nos parece en el momento. Eso creo que es una de las cosas bastante distintas de algún modo con Pánico, y es que obviamente de a dos personas uno tiene más libertad arriba del escenario de interpretar un tema, que cuando somos cuatro, cinco o seis personas arriba, pues eso significa también más rigor a nivel de cohesión.

—Menos estresante.

C: Exactamente, aunque no sé si menos estresante, la libertad de crear también tiene su costo de estrés en el fondo, cuando uno no sabe muy bien donde va, hay un peligro, pero eso lo hace más entretenido también.

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—¿Cómo se relaciona la música que hacen con la experiencia de las drogas? Me refiero a lo que esperan que la gente experimente. Lo digo porque otros músicos creen en el tema sensitivo que la música provoca, como el mensaje, más allá de lo verbal, entendiendo a la música como a la droga.

C: Yo creo que más que hablando de drogas, te diría que en el fondo, de alguna manera Nova Materia tiene un lado un poco místico, por usar, yo creo, materiales naturales, lo que nos lleva también a tratar de encontrar un estado de trance, y en eso tiene que ver con las drogas, este estado secundario de encontrar, no sé, tal vez es un poco exagerado decirlo así, pero es ese estado como de trance te permite en algunos momentos llegar a estados que la vida normal humana no te puede dar naturalmente. Entonces, hay un estado que siempre nos gustó, incluso dentro de Pánico, el personal, pero siempre nos llamó la atención, esa capacidad del humano de llegar a otra, o vivir de algunas maneras, y eso lo estamos llevando a su paroxismo con Nova Materia. En ese estado, ahí podemos hablar de drogas, porque es una manera de estar drogado, estar en ese estado, cuando uno habla de droga está buscando otro lugar. Por eso uno tiene de recurso a las drogas, pero hay millones de maneras de llegar a ese estado.

—Los vi hace muchos años, antes de que llegara el dos mil, en Llay-llay, en una disco chica. Fue super loco, la primera banda que vi que de verdad era distinta. La gente no recuerdo que lo haya tomado bien, de hecho, cuando Eduardo hizo un Slide con una botella de cerveza, botando al suelo, hubo muchas caras de desaprobación. ¿Qué les pasa con a ustedes con eso, con la percepción de la gente que los escucha?

C: Lo recuerdo. Obviamente, y del concierto al que te refieres en Llay-llay, creo que la gente no está acostumbrada a ver a ese tipo de banda, menos con esas cosas raras. Son cosas que suceden. Pero yo creo que siempre, ya sea con Pánico o Nova Materia, siempre estuvimos buscando maneras distintas de hacer música. Eso para nosotros es como un lema, en el fondo. Y esa voluntad de actuar de manera distinta es más realidad hoy en día, y tenemos más ganas aún de mostrar cosas que no necesariamente se pueden proponer o que pueden parecer raras, pero que finalmente permiten avanzar también, ¿cachai?

Eduardo: Es otro público también.

C: Hemos tocamos una vez acá con Nova Materia.

E: ¿Lo viste ese show?

—En la Perrera.

E: En París es distinto. Nosotros en Chile hemos tocado una sola vez nomás, por lo que en Chile es un poco particular la situación, ya que Pánico tiene una historia diferente, en cambio acá en Francia la gente de Pánico no se acuerda mucho, porque fue hace diez años que tocamos. El disco Subliminal Kill, que fue el más famoso, lo tocamos hace ya diez años. Hay gente que se acuerda aún, pero la mayoría que viene a ver a Nova Materia nunca escucharon hablar de Pánico. Entonces, en el fondo no podemos ver esa evolución. Lo que pasa es que claramente el show de Nova Materia tiene algo que es viajero en el sentido de que una vez que entraste ya no te suelta. Entonces, sí pasa algo fuerte con el público, ¿cachai? Y por lo menos acá hay muy buena reacción en ese sentido.

C: Yo creo que lo que te contaba con el trance es eso: en comparación con Pánico lo que pasa con Nova Materia, fuera del tema del trance, es que cuenta una historia, y cada recital cuenta una historia diferente, porque cada recital es distinto. No hay paradas entre los temas, es un show largo en el que tú reconoces los temas, pero cada tema está ligado.

E: Como lo hace un Dj un poco.

C: Esto te permite en el fondo no parar el trance, primero que todo, y el público que vemos ahora, el de Nova Materia, es un público que baila, y que baila todo el rato, o sea, desde que empieza el show hasta una hora, una hora veinte, no para de bailar nunca, y eso no sucedía así con Pánico, es como uno de los cambios mayores entre Pánico y Nova Materia. El cuerpo es mucho más importante.

E: La mezcla de Nova Materia es que no solamente hay elementos naturales y orgánicos, sino que también hay todo un aporte en un sonido clubbing y en una producción que es en el fondo bailable, ¿cachai? Es la mezcla entre los dos lo que hace a la cosa particular.

—Entonces igual hay un mensaje que va más al cuerpo.

E: O sea, sí y no. Claramente está invocado el cuerpo en este cuento, eso es un hecho, pero creo que la idea es hacer coexistir materia electrónica y materia acústica, ¿cachai?.

—Entiendo. Una última pregunta, un poco por curiosidad, ¿hay algo que estén escuchando ahora? Algún disco que tengan a la mano en caso de emergencia.

E: Estoy escuchando a un músico africano que se llama Francis Bebey.

—Lo voy a buscar.

C: Es complicado decirte una cosa. Estoy pegada con música de manera cíclica en general. ¿Vas a estar en la Blondie o no?

—Voy.

C: Súper.