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Gorillaz y Song Machine Live: ¿Es justo pedirle a la banda virtual que eleve el nivel del show en streaming?

Gorillaz y Song Machine Live: ¿Es justo pedirle a la banda virtual que eleve el nivel del show en streaming?

La banda virtual por excelencia presentó el pasado fin de semana tres shows online: Song Machine Live ¿Pudieron superar las expectativas?


Los conciertos online ciertamente no son algo nuevo, desde hace tiempo que vienen pasando y desde antes de la explosión pandémica del Covid-19, The Guardian estaba reseñando conciertos de Hatsune Miku, una de las más grandes estrellas de pop de los últimos años, que además resulta ser una vocaloid digital que toca “en vivo” como un holograma. Por otro lado, la cuarentena comenzó una oleada de presentaciones por Instagram Live, el Cuarentena Fest y otras formas de suplir la falta de música, pero creo que podemos estar de acuerdo en que si esas son las alternativas para los artistas independientes, el peak de la música en vivo online, hasta el momento, son las presentaciones de BTS el pasado mes de octubre.

Entendiendo que Gorillaz ciertamente apela a un público distinto al que convoca Jin, Jimin, J-Hope, Jungkook, Suga, V y RM; la verdad es que lo esperable era que una banda que desde el 2000 se viene denominando como “virtual” (sin nunca dejar muy claro qué significa eso) presentara un espectáculo de primer nivel dentro de su peso, y si bien lo hecho en sus presentaciones del pasado fin de semana estuvo bastante cerca de eso, también pueden haber críticas. Aunque quizás estas puedan leerse como hilar demasiado fino, de ahí es que salen las mejores conversaciones sobre música.

Entre el precio ($15 dólares -11 lucas- por un show de hora y veinte minutos), y los invitados, sin dudas este concierto es un paso en la dirección correcta en la intersección entre el show lleno de baile de BTS y los músicos tocando en vivo en el escenario que se espera para el tipo de bandas como Gorillaz.

Con colaboraciones tanto en vivo (Robert Smith, Kano, Georgia, Peter Hook, Leee Johnson, Slaves y Slowthai) como en versiones virtuales (CHAI, Schoolboy Q, Elton John y Roxani Arias), Gorillaz trató de suplir la falta de público con la impresionante lista de invitados de su nuevo disco, Song Machine Season 1: Strange Timez, el álbum que sirve de excusa para esta presentación.

Pero no todo quedó en eso, también hubo un punto intermedio entre los invitados: las versiones en formato holograma, el mismo que usaron Beck, JPEGMAFIA, 6lack y Fatoumata Diawara, para marcar presencia en el show.

Entre tanto músico externo, Damon Albarn quedó algo relegado en muchos momentos a ser el director musical del show o a saltar por ahí tratando de prender a un público que está en su casa y del que no recibes reacción directa. Este último punto es, fácilmente, uno de los grandes problemas de los conciertos en streaming, y seamos sinceros, Gorillaz no lo soluciona, pero al menos lo intenta.

Entonces la pregunta es la siguiente: ¿Es justo pedirle a Gorillaz que eleve el formato de presentación virtual sobre la media? Pensando en que hay bandas haciéndolo, creo que no es un despropósito esperar un poco más de la banda “virtual” por excelencia.

En el tiempo que pasó entre los shows de la banda y la publicación de este texto, The Hives presentó su The World’s First World Wide Web World Tour 2021, que promete cosas como poder enviar mensajes de audio que escuchará la banda como si hubiera público en tiempo real, llamadas telefónicas a la banda, votación online para elegir el setlist e incluso ruido de ambiente grabado en las mismas ciudades donde tocarán “de forma virtual”. No sabemos qué saldrá de ese Frankenstein que la banda sueca está preparando, pero al menos se ve interesante y creativo. 

Volviendo a Gorillaz, no creo que nadie pueda decir que fue un mal show online, solo que tal vez el hype de ver a una banda que desde el año 2000 se viene denominando virtual fue demasiado. No habrá superado las expectativas iniciales, pero dentro de su mundo animado y ficticio, Gorillaz sale airoso de la difícil misión de entretener dentro de cuatro paredes y mezclar sus personalidades animadas con sus músicos. Como cuando uno va a una fiesta y no está la persona que te gusta, pero la terminas pasando excelente igual. Todo por once lucas.