Now Reading
Los sonidos eternos no dependen del tiempo

Los sonidos eternos no dependen del tiempo

“La imaginación a menudo nos lleva a mundos que nunca fueron, pero sin ella no vamos a ninguna parte”
Carl Sagan

Reunión de pauta

Entre tanto tema, dimes y diretes, que el 18, que la música (obvio), que las drogas y las experiencias diversas, que el punk, los cigarros y los cafés, cuando Javiera nos pregunta de que queremos escribir, se me ocurre proponer escribir de música electrónica, específicamente de la figura de José Vicente Asuar, uno de los precursores en la creación de la música electroacústica y electrónica en Chile y Latinoamérica. Había escuchado hace poco y aún tenía en mi cabeza El computador virtuoso (1973), uno de sus discos “más conocidos”. La primera vez que supe de Asuar, fue en la columna que escribía Alvaro Díaz en el The Clinic. No fue hasta un tiempo después que escuché su música. También tenía muy presente, que el gran Carlos Lertora había realizado un documental de su desconocida obra, el cual había tenido muy buena acogida e incluso ganó el premio de Mejor Documental Nacional en el Festival In-Edit Nescafe 2013.

En mi departamento

En una de las tantas visitas de Nacho a mi departamento, y entre tanto disco y temas de conversación tocados, me acordé de José Vicente Asuar. Sabía que le iba interesar, por su gusto por los teclados, los sintetizadores, la música electrónica y la historia en general.

Es que la figura de Asuar es digna de atención y admiración. Nacido en la década del 30, a fines de los años cincuenta, estudió Composición e Ingeniería Civil, dos mundos que a su juicio no eran tan opuestos ni inconexos. No solo fundó en Chile el primer laboratorio de música electrónica de América Latina en 1958, sino que también a lo largo de los años sesenta fundó y dirigió laboratorios en Alemania y Venezuela , todos ligados a la creación y exploración de la música electroacústica. Uno de sus grandes hitos fue la creación del primer computador chileno para hacer música, el COMDASUAR, acercándose con este trabajo a establecer las bases de lo que sería en los años venideros los conceptos del protocolo estándar de comunicaciones MIDI.

Qué mejor que algo de historia de música chilena. Pusimos El computador virtuoso y Variaciones Espectrales. Escuchamos ambos discos con profunda atención y rareza. Nos pareció notable como partía el El computador virtuoso, que muestra de una forma bastante académica e ilustrativa los conceptos de sonido, la electrónica y también la diferencia conceptual respecto a los instrumentos musicales convencionales.

Escuchando su obra

Encontré en YouTube mucho de su obra. Escuché ‘Variaciones espectrales’, ‘En el jardín’, ‘Guararia repano’, ‘Serenata para mi voz y sonidos sinusoidales’, ‘Sonata de los pájaros’ y lo editado por Pueblo Nuevo. Volví a escuchar El Computador Virtuoso. Texturas, estados emocionales, el querer emular sonidos de la naturaleza. Asombro y diversión por la vuelta de tuerca que le dio a la interpretación de géneros de la música popular. Psicodélicas a ratos, a sus composiciones hay que ponerle mucha atención y oreja, para disfrutar la capacidad que tenía de transmitir emociones. También parajes y paisajes, visuales y sonoros. A medida que iba escuchando más de la obra de Asuar, muchas ideas divergentes respecto a lo que evocaban sus canciones me surgían.

Sello Pueblo Nuevo

Recordé que el sello Pueblo Nuevo comandado por Mika Martini se había interesado en la obra de Asuar y que habían reeditado en su catálogo sus creaciones. Al escuchar su obra y la de otros artistas de Pueblo Nuevo, volvieron a surgir ideas respecto a lo que este artista representaba. Crecía mi expectación y ansiedad por armar algo coherente.

Corolario

La obra de Asuar es de un escuchar, sentir e imaginar. Subvalorada aún, da gusto que sea cargada de una constante experimentación, con dosis justas de conocimiento e instinto por lo sonoro. Dan ganas de salir a gritar su legado. Que se enseñe en los colegios, en las clases de música y de historia. Fue un precursor de conceptos e ideas en tiempos en que la información no estaba a un click ni a un toque. Encontró su propio lenguaje para expresarse y armar su trabajo. Sus composiciones cuentan con altas dosis de instinto e imaginación, que nos llevan a volar sobre esos mundos que nunca fueron, pero que en algún momento serán.