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Black Rebel Motorcycle Club: “No esperen el mismo show dos veces”

Black Rebel Motorcycle Club: “No esperen el mismo show dos veces”

Por Paulina Machado y Kamila Muñoz.

Black Rebel Motorcycle Club volverá a pisar suelo nacional en noviembre, para tocar en la edición 2011 del Maquinaria Festival. Los de San Francisco lanzaron en marzo del año pasado su último álbum, “Beat the Devil’s Tattoo”, un disco que el próximo mes podremos disfrutar en vivo en el Club Hípico. POTQ habló en exclusiva con Robert Levon Been, fundador y bajista de la banda, quien desde su residencia en California nos cuenta detalles acerca de su visita y sus impresiones sobre el público chileno.

Son las 2 y media de la tarde en Los Angeles y Robert contesta el teléfono. Ha estado un poco enfermo. La semana anterior, recorriendo Camboya, se dedicó a probar las exquisiteces locales (saltamontes, tarántulas y cucarachas fritas) y el resultado fue una patada a su organismo. Así que, después de los deseos de una pronta recuperación, comenzamos nuestra charla.

¿Están trabajando en un nuevo disco?

Hemos estado ensayando en un estudio y probablemente podremos tocar uno o dos temas nuevos en Latinoamérica, si es que sentimos que están terminados.

¿Y cuándo podremos escuchar completo ese material?

En algún momento del próximo año.

¿Hay algún cambio a nivel compositivo o temático?

El disco tendrá una base política, pero también será personal. Hablará sobre los últimos años en nuestras vidas, y además habrá algunas canciones espirituales.

LO HERMOSO DE LA MÚSICA

La única visita de BRMC a la fecha fue en octubre del 2008, oportunidad en que nos mostraron parte de su amplio repertorio, que comenzó el 2001 con su debut homónimo. Una recordada anécdota es que, una vez terminado el concierto en el Teatro Caupolicán, Levon Been realizó una improvisada sesión acústica sobre un auto ante la mirada atónita de los fanáticos y de más de algún transeúnte en calle San Diego.

¿Qué recuerdos tienes del público chileno?

Es el público más energético, eléctrico y con más vida que he visto jamás. Es algo muy poderoso. Ese concierto es probablemente el más entretenido que hemos tenido. Es muy importante para nosotros volver a tocar frente a ustedes.

¿Qué podemos esperar de su próximo concierto en Chile?

Será, por supuesto, diferente al anterior. Lo hermoso de la música es que no puedes tocar el mismo sonido dos veces. Y la verdad es que no sabremos cómo será hasta que estemos allá. Vamos sin expectativas, porque hay que estar ahí para ver qué pasará. Depende del público y de cómo nos sintamos nosotros en ese momento.

¿Prefieren tocar en bares pequeños o grandes festivales?

La verdad es que prefiero un bar grande. Porque en un bar pequeño no podría entrar mucha gente.

¿Cómo?

Es que me dices un bar pequeño y pienso en un lugar diminuto (risas).

¿Con enanos?

No, gente de nuestro tamaño, pero un espacio pequeñito (risas).

¿Cómo los hongos de Los Pitufos?

Exacto, por eso preferiría un bar grande (risas).

Finalizamos la entrevista preguntándole si tiene algún mensaje para sus fanáticos chilenos, y él responde rememorando su improvisada performance callejera de aquella vez: “Estacionen su auto bien lejos del lugar donde tocaremos (risas). No, no esperen el mismo show dos veces”.

¿Vas a tocar arriba de un auto de nuevo?

No, no me voy a subir a un auto otra vez (risas).

Quizás esta vez deberías tocar sobre un caballo o en un carruaje. O sobre un skate en llamas.

Esa idea me gustó mucho (risas). Tocaré sobre un skate en llamas.