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Phoebe Bridgers: “Miserable por dentro, como todos los demás”

Phoebe Bridgers: “Miserable por dentro, como todos los demás”

Conversamos con la artista estadounidense que se presentará por primera vez en Chile este 12 de noviembre en el festival Primavera Sound Santiago. “Me sorprende lo específico de lo que escribo y que luego las personas lo entiendan y tengan la misma experiencia”, dice en entrevista con POTQ Magazine.


Quizás el nombre no te suene y está bien. Después de todo, es difícil estar al día con cada artista nuevo que ha ido surgiendo estos últimos años donde las plataformas de difusión han crecido exponencialmente. Pero de seguro has visto por ahí la foto de una joven pálida, de pelo decolorado casi albino y su traje de esqueleto, posando entre la naturaleza o tocando la guitarra sobre un escenario. Tal vez la has visto cantando en un video sobre una pantalla verde donde se proyecta una ciudad japonesa y cuyo melódico coro inesperadamente reza: I’m gonna kill you, if you don’t beat me to it. Tal vez sabes más de Phoebe Bridgers de lo que crees.


La californiana nos ha hecho saber que está aquí hace más tiempo de lo que creíamos. Su álbum debut, Stranger in the Alps (2017), fue el primer acercamiento a la intimidad de una joven que hasta entonces trataba de sacar su carrera adelante participando de varias bandas. Con él se vuelve una fuerte contendora del título “voz de su generación” a través de la expresión de su vulnerabilidad en baladas folk que nos recuerdan a una joven Joni Mitchell, pero más oscura. Si entonces aún no se había ganado el título, al menos nos dejó claro que no se andaba con cuentos: la joven que tenemos cantándonos al oído no le teme al dolor. Lo enfrenta y corre junto a él. 

Su segundo trabajo, Punisher (2020), fue publicado entre pleno caos de la pandemia y el resurgimiento del Black Lives Matter. Inesperadamente, fue un disco que llegó justo cuando más se lo necesitaba. Se trata de un trabajo catártico, donde el duelo de Bridgers sobre sus relaciones (amorosas, filiales) terminó siendo contención entre el enclaustramiento y la incertidumbre de aquellos días. Este nuevo contexto le dio al álbum una interpretación diferente de lo que ella había anticipado.

“Es genial que la gente tenga una gran capacidad de atención para eso, que no es el caso para todos los álbumes, que salen y la gente sigue con sus días y los escucha. Pero todos están teniendo una experiencia similar con este disco. Sí, tuve un poco de suerte, era miserable por dentro, obviamente, como todos los demás, así que es bueno estar hablando de algo todos los días con alguien”, dice.

Punisher es un trabajo que trae de vuelta esta honestidad que la hizo tan irresistible en su trabajo anterior, pero más pulida y explorando otras partes de su propia juventud donde es fan y a la vez creadora. En el glosario musical, un “punisher” es un fanático que no es capaz de mantener la calma frente a su ídolo. Para la cantante, este ídolo es su coterráneo californiano, el fallecido cantautor Elliot Smith, a quien ha citado más de una vez como una de sus inspiraciones. Pero también es ella misma quien se encuentra en esta confusa realidad al ser reconocida en la calle. 

“Creo que esa es una de las mejores partes: si piensas en cómo se va a sentir la gente cuando la escuche, creo que puedes pegarte un tiro en el pie y no hacer algo que… no sé, siempre me sorprende lo específico de lo que escribo y que luego las personas lo entiendan y tengan la misma experiencia… Es una de mis cosas favoritas”.

El estilo de Bridgers, tanto musical como estéticamente hablando, ha sido definido en ocasiones como gótico o emo. Si pudiera musicalizar una película que ya existe no duda en mencionar el clásico “The Craft” (“Jóvenes Brujas”), la película del año 1996 sobre cuatro adolescentes marginadas que practican brujería y que se ha vuelto realmente de culto durante las últimas dos décadas. A esto podemos sumarle que hace poco se confirmó que hará la voz de Sally en el show de Londres de “El extraño mundo de Jack”’ junto a Danny Elfman, el compositor e intérprete original del Rey Calabaza en la película de Henry Selick. “Me encanta la película y Billie Eilish interpretó a Sally el año pasado así que no sé, creo que es un gran legado”.

Son los referentes con los que Bridgers creció y que se ven reflejados en su trabajo: la carátula de Stranger in the Alps es una foto de un perro parado junto a una figura que ha sido pintada para que parezca un fantasma. La obra fue realizada por la artista Angela Deane, conocida por crear composiciones de fantasmas a partir de fotografías antiguas y la figura es, de hecho, la cantante cuando era niña. En el caso de su habitual enterito de esqueleto, aunque no fue a propósito (se trata de un disfraz que encontró en un Target durante un Halloween) al comentarle que podría ser un homenaje a Jack Skellington se ríe y exclama “¡Totalmente!”.

“Creo que no tenía las cosas tan claras como para ser gótica o emo cuando era pequeña, pero me gustaba mucho la música y mi mejor amiga en la escuela secundaria era una gótica de primer nivel, le gustaba afeitarse las cejas, usaba zapatos grandes de plataforma todos los días y se teñía el cabello de negro. Yo estaba demasiado confundida para seguir la moda. Pero realmente sí me considero una gótica, a pesar de eso”.

En ‘ICU’, uno de los temas que destacan de Punisher, Bridgers canta “I’ve been playing dead my whole life, and I get this feeling, whenever I feel good, it’ll be the last time”. Es uno de los tantos momentos en que demuestra que pese a sus raíces no es la chica gótica tradicional con la que crecimos, seria e imperturbable, ya que incluso en sus canciones más tristes podemos encontrar algo de levedad. Confiesa que “siempre he gravitado hacia el humor”.


Aparte del show de “El extraño mundo de Jack”, Phoebe parece estar en todo durante estos años. Sus LP, los tours, las presentaciones en televisión abierta, el lanzamiento de su sello discográfico Saddest Factory Records y hasta la composición de un tema para la serie “Conversations with friends”. No es sorpresa que quiera tomarse un descanso. “Quiero trabajar, pero he estado trabajando mucho durante los últimos dos años, así que definitivamente espero tener algo de tiempo libre y… ya sabes, el invierno”.

Pero estas vacaciones no serán antes de pisar suelo latinoamericano, en lo que será su primer paso por estas tierras tras su frustrada participación en nuestras versiones de Lollapalooza a comienzos de año.

“Siempre he querido ir, me encanta el senderismo, y es tan diferente culturalmente de donde hemos estado este año, ya sabes, el ‘midwest’ y Europa, así que estoy emocionada de ver una nueva audiencia, un lugar completamente nuevo… Me encanta viajar, es una de las partes favoritas de mi trabajo”.