La primera vez que entrevisté a Fakuta fue en el 2010, para mi tesis sobre mujeres músicas y compositoras. Eso sí, la conocía desde mucho antes. Desde Golden Baba, el Femfest, Fotolog después, Michita Rex, el internet. Nos juntamos en su casa a tomar once. Recuerdo que -yo tímida- pensaba en que Pamela hacía experimentos musicales bacanes, pero al hablar con ella, me daba cuenta que también era tímida. Y que dentro de su universo Fakuta tenía más preguntas que certezas.
Desde el 2010 al 2017 la he entrevistado varias veces, pero esta última ocasión, es la que me ha hecho ver con más claridad que hay más certezas. Muchas. Que todos los experimentos, preguntas, pruebas, errores y aciertos desembocaron en una seguridad que me encantaría ver en todas las mujeres talentosas que tengo la suerte de toparme en el trabajo, en la vida.
Nos juntamos a almorzar en medio de nuestras jornadas de trabajo. Entramos a un lugar en el que ninguna de las dos habíamos estado antes. Un menú a cinco lucas en plena Providencia era una motivación más que suficiente. Mientras esperamos que llegue nuestra comida, le comento una sensación que tengo. Han pasado dos años desde su último trabajo –Tormenta Solar– pero se me hace mucho tiempo. ¿Efectivamente para el mundo en el 2017 es mucho tiempo o es solo una sensación que aparece al hacerse más vieja?
“El Tormenta Solar salió en el 2014, pero a fin de año, en octubre. Y en realidad, estuve dos años de full tocatas con ese disco. Siempre pienso que tocar siempre me saca hacia afuera, una parte muy extrovertida de mi persona y me cuesta ene volver a mi modalidad introvertida en la que tengo que estar para componer. Y otras cosas también… he tenido que buscar un sentimiento nuevo, diferente a lo que estaba sintiendo cuando estaba haciendo el Tormenta Solar y eso también me tomó un tiempo. Pasan cosas, una toca, estás muy para afuera. A principios del año pasado se murió mi abuelita y estuve todo el año muy triste y no quería que lo que yo hiciera… esto es como la cocina, ja, ja, sentía que estaba tan invadida por una emoción, que necesitaba salir un poco, mirarlo desde afuera, como ver una conclusión. Y creo que eso recién está sucediendo, recién estoy menos emotiva”, explica.
“También hice un viaje con mi pololo y eso también me sirvió para desenchufarme de una cosa y a la vuelta estar en otra. Tenía unas maquetas del verano del año pasado y las retomé. Además, me tomó harto porque ahora estoy trabajando en una pega de ser humano normal, entonces, tengo la mitad del tiempo de antes para hacer la pega de la música. Y también estoy trabajando sola en mi casa, entonces, estoy experimentando con otras cosas y eso toma tiempo. Para mí ha sido lo necesario y lo correcto y de más que la “industria” necesita otros tiempos, pero esos tiempos no son reales”.
—El 2015 dijiste que habías dejado la pega de oficina y te habías metido de lleno en la música.
Sí, de hecho, para el Tormenta Solar estuve desde el 2013 tocando mucho, había dejado de trabajar y estuve todo el 2014 dedicándome a la música y siendo muy pobre. Y el Tormenta Solar lo hice en mi casa trabajando en las canciones de 9 a 6, ese era mi trabajo. Y ahora es un poco más difícil, pero este trabajo en realidad, no me quita tanto espacio creativo, entonces, termino rápido, me voy a la casa y si tengo energía me pongo a hacer las cosas que quiero. Por eso lo tomé también, en realidad. Si fuera cualquier otro trabajo, preferiría seguir siendo pobre.
—Ambas canciones son inmediatamente reconocibles dentro del universo Fakuta, pero hay menos sensación de hit que en las anteriores de Tormenta Solar.
Sí, esta vez se trataba de encontrar mi sonido, en muchos aspectos. Algo súper importante, por ejemplo, es que dejé de trabajar con los De Janeiros como productores, porque sentía, por un montón de rollos que me pasé, del por qué hacer lo que estaba haciendo, por qué la música electrónica, tenía mucho que ver con mi economía de vida. Antes tocaba en muchas bandas y dejé de hacerlo porque era una paja, trasladando instrumentos, coordinar con otras personas, cuando te vas haciendo más viejo se vuelve muy difícil, entonces, por eso entré a hacer cosas yo sola. Y ellos me ofrecieron hacer los primeros dos discos, trabajamos un montón y fui aprendiendo mucho y llegó un punto en el que ya me sentía lista para hacerlo yo sola. Es un paso grande igual, dejar la inseguridad que a una le puede dar el tema, pero tenía que ver con eso. Sentía que esa era mi tarea. En el disco anterior sentía que era lograr unas canciones más hit y en este era sentir que podía yo descubrir el sonido que quería tener y por ese lado era muy importante encontrarme muy fakutamente en las canciones. Y es bacán que me dijeras eso, porque siento que lo logré. Siento que suenan a todo lo que puedes esperar de mí.
Me apropié de todo y lo hice. Y para mí es importante el tema de las letras. Por ejemplo, acá dije ‘ya, voy a hacer unas canciones de amor’. A mí ya no me hace sentido hablar de un amor idílico, quizás porque ya estoy vieja o porque siempre he estado muy loca igual, pero que siempre me ha llamado mucho la atención y siempre tiendo a conceptualizar mucho todo, el amor quepa tan perfectamente en nuestra sociedad que es tan tecnocrática y capitalista y no hay tiempo para nada… casi nadie cree en dios ya, pero todos tienen tiempo para enamorarse. Y cuando alguien se enamora, todos están muy felices, pero al mismo tiempo, uno sabe que cuando una se enamora, una cae en una especie de enfermedad que te va a nublar toda la razón. Tenía muchas ganas de hacer eso.
—Igual, tus letras siempre han tenido eso, la conceptualización más fría, desde un rincón medio apocalíptico. Y cuando leo o escucho letras tuyas que hablan de amor, no me da la sensación inmediata de un amor de pareja, sino de algo que puede hablar de amistad o incluso familia. Es otra proximidad.
Sí, o sea, yo creo que son como tres mis canciones que pueden hablar de amor de pareja, es que creo que hay muchos temas y también un gran porcentaje de música que habla de amor. Entonces, no me dan ganas de ocupar ese espacio. Pero ahora quise hacerlo porque sabía que quería escribir desde esa perspectiva.
Igual, creo que cada una anda en su aventura de descubrir su propio feminismo y el mío creo que lo tuve más claro desde que hice ‘Tormenta Solar’. Esa canción habla de tomar el espacio para los sentimientos que son femeninos, que siempre los han catalogado de histeria. Pero yo siempre me pregunto ¿qué hubiese pasado si esta historia del mundo hubiese sido escrita considerando lo emocional? Eso que puede pasar del límite, del descontrol de la razón, que es, que existe y que vivimos con eso igual. Siempre se trata de negarlo. Eso me interesa hacerlo visible.
—Pasa que a las mujeres les cuesta más tomar esa decisión de producir sus propias cosas. Como un Síndrome del Impostor crónico.
Sí, pero también lo tomo por el lado del sistema que ya existe. Yo y la Mena y muchas más, empezamos trabajando con productores porque siempre ha existido esta figura del productor musical desde el pop, está muy instaurado, entonces, es como el primer pensamiento que tiene la gente. “¿Quién produjo esto? Obvio que no fue la que está cantando”. Es automático. Pero con el tiempo te vas dando cuenta que existen ciertos fenómenos que te invitan a atreverte hacerlo, por ejemplo, Grimes. O la misma Mena, full inspiración con cómo ella ha tomado su carrera.
Pero también está esta cosa de que en nuestra pseudo “industria” aparecen estas figuras como los De Janeiros o el mismo Heyne, a los que les gusta eso, no es malo, pero siempre andan buscando la próxima mujer a la que puedan producir. Es como una cosa instaurada, que puede ser entretenida, pero es importante que nosotras sepamos que siempre está la opción de que nosotras podemos hacer nuestras cosas, podemos enchufar los cables, bajar los programas de internet, podemos aprender solas o podemos pedirles a amigos que nos ayuden, pero podemos decidir y guiar. He hablado con muchas mujeres sobre esto y me siento suertuda, porque siempre he sido muy embalada y nunca nada me ha detenido, a pesar de mis inseguridades, que las tengo, pero siento que tengo suerte de no frenarme.
Cuando estás partiendo, tienes muchas inseguridades porque eres mujer y vas a estar agradecida de cualquier loco que te quiera ayudar, pero es importante que se sepa que hay otras maneras, que puede ser solo una opción.
En el Tormenta Solar fui muy maquiavélica, porque estaba pensando en hacer el hit, en provocar algo, en causar cosas, fue muy pensado, muy racional. Y ahora, al hacerlo sola, me permití tener un espacio privado mucho más libre, no conversar con nadie más, dejar salir las emociones y saber muy bien cómo hacer algunas cosas pero no tener idea de otras. Por eso creo que estas canciones son muy emo, más que otras canciones que haya hecho antes.
“Yo odiaba a Arcade Fire”
Hoy estrenamos en exclusiva Abrazándote el maxisingle de Fakuta, después de dos años de trabajo, espera y renovación. Eso sí, elegir el formato, es parte de una reflexión sobre los discos, las entregas, los tiempos y también la escucha.
Me encanta el formato disco, es mi manera favorita de escuchar música, pero creo que en el pop sobre todo, una no llega a las personas que escuchen disco, no lo sé. Siento que con Tormenta Solar, el disco, hubo canciones que se perdieron al salir como álbum y que no se escucharon tanto. No sé. Quiero probar formatos. Sacar canciones y que la gente se haga playlists con las canciones que le gustan.
—Come, come, se te va a enfriar -le digo.
—No, si no soy fan de la comida caliente -responde. Me encanta el pesto. Qué bacán que escuchaste las canciones y pensaste tantas cosas.
—Son muy Fakuta, pero me recuerdan al primer disco, más para adentro, más góticas. Onda, ‘Tormenta Solar’ se baila en Iluminati ¿cachai?
—Sí, yo igual pensaba que a veces me han dicho que pasa un auto con mi canción.
—¿Qué piensas cuando pasa eso?
No, bacán, que estoy ganando dinero, ja, ja, ja. No, pero una vez, una amiga me dijo que entró a una farmacia y estaba sonando mi canción. Y a veces voy al mall y escucho las canciones que ponen y dijo ‘si ahora sonara Tormenta Solar sería muy raro’, pero no por la vergüenza, sino porque creo que mi música no se adecúa a un espacio ni a una forma de vida determinada. Por ejemplo, el jazz puede combinar perfectamente con tus muebles. Y tampoco es el electropop que pueden poner en Zara cuando entras a comprar ropa. Eso igual es chistoso, creo que incluso ‘Tormenta Solar’ tenía una letra subversiva y que era muy ridículo escucharla.
—Bueno, pero ese giro le da gracia. En el pop actual, siento que esos giros son cada vez más necesarios. Está todo tan estandarizado, onda, existen los campamentos de productores. Todos esos guiños maquiavélicos ya son un estándar, entonces, siento que las canciones tienen que brillar con otras trampas. Como una letra que dé un giro, por ejemplo.
Sí, igual es verdad, ahora hay un montón de música buena, pero que es muy estándar. Y a eso me refiero cuando leseo con eso de “música que combine con tu ropa”. A veces vai a tocatas y están vestidos todos iguales y obvio, si la banda que está tocando combina perfectamente con esa moda. Es chistoso. Bueno, no sé, por eso capaz mi música le llega a un público gay, porque son mucho más libres y buscan algo que vaya más al límite.
—Me pasa mucho eso con algunas bandas que van a Lollapalooza. Onda, ya, de más que Imagine Dragons tiene una producción bacán, pero suena a todo.
Lo que a mí me carga son los coros de cheerleaders y esos tambores… así tum tum tum.
—Están forzando mucho el concepto de música de estadio.
Sí, como esa épica. Arcade Fire fueron los primeros. Me acuerdo que cuando partieron estaban ellos y Animal Collective. Eran los dos importantes del 2004. Y yo odiaba a Arcade Fire, onda, puedo decir que los odio desde el comienzo, ja, ja, ja. O sea, no los odiaba, me gustaba el Funeral y todo, pero siempre sentía que Animal Collective eran los que estaban haciendo algo novedoso. Yo decía ‘yo voto por ellos, que ellos lleven la batuta de la música mundial en el futuro’. Y obvio que no fue así, perdieron en esa carrera y los que triunfaron fueron Arcade Fire y en esa estamos ahora, en esa realidad. Yo me quedé en la realidad paralela con Animal Collective. En un mundo en el que todos hacen cosas experimentales, todos nos vestimos iguales, no hay modas, todos con overoles de diferentes colores, no hay géneros, todos ganamos lo mismo, ja, ja, ja, ja.
—O sea todo es culpa de Arcade Fire.
Ja, ja, ja, ja sí. Imagínate, los animales y los humanos tendrían los mismos derechos, de partida.
*Fakuta estará presentando su nuevo trabajo en un concierto en Matucana 100 este próximo jueves 14 de diciembre, junto a Niña Tormenta, la autora de uno de los mejores discos chilenos del 2017.