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Indie-punk romántico en Sala Metrónomo: Un review de Cariño en Chile

Indie-punk romántico en Sala Metrónomo: Un review de Cariño en Chile

Un disco y una gran cantidad de singles son lo que respalda a la banda española Cariño en su primera vez en Chile. El trío trajo a nuestro país un show de los que se extrañaban más durante la pandemia: pequeños, pero no tanto, intensos, y al mismo tiempo -muy- entretenidos. 


“Para mí [el tontipop] es un concepto que empezó para meterse (molestar) con ciertos grupos de letras fáciles y melodías fáciles y que luego, como todos los conceptos, ha ido evolucionando. Ahora mismo para mí es algo positivo y significa cosas buenas. Si me dices que escuchas tontipop, para mí estás escuchando buena música seguramente”.

Así es como Alicia Ros definía en 2018 el género en que, por esos años, los medios estaban encasillando a Cariño, una banda LGBTQ+ friendly española compuesta por tres mujeres: María Talaverano (voces y teclados); Paola Rivero (guitarra y voces) y la ya mencionada Alicia Ros (bajo y voces).

El concepto de tontipop no existe en Chile, por lo que era interesante ver la recepción que tendría la banda en nuestro país, y por suerte para los asistentes al concierto de Cariño el pasado sábado 9 en Sala Metrónomo, se pudo ver un show de los que se extrañaban más durante la pandemia: pequeños, pero no tanto, intensos, y al mismo tiempo entretenidos. 

La banda (que a falta de tontipop podríamos tildar de indie-punk romántico) partió su concierto cerca de las 9:30 pm después de un correcto show de Poder Fantasma, la banda telonera que iba prendiendo a la gente a medida que llegaban al lugar, que terminó con un poco más de la mitad de su capacidad ocupada.

Un disco y una gran cantidad de singles son lo único que respalda a la banda española Cariño en su primera vez en Chile, pero eso no fue problema para ellas, el verdadero enemigo de la noche fue el audio en la oreja de Paola, la guitarrista. Para quienes no lo sepan, Cariño toca con bases de batería pregrabadas, por lo que al no tener el conteo del metrónomo (muy irónico pensando en el nombre del lugar donde tocaron), era imposible entrar a tiempo en las canciones, lo que junto a problemas de mezcla de sonido, hicieron que su primer tema: ‘Mierda seca’, sonará como el nombre de la canción. Por suerte para todos, rápidamente estos problemas se arreglaron después de ajustes en la mesa de audio y una pausa obligatoria para solucionar las cosas.

Los mejores momentos llegaron después: los temas lentos como ‘Excusas’ o ‘La Bajona’ sonaron excepcionalmente bien, mientras que la energía escénica de las chicas se sostiene en la ya más despreocupada Paola, quien después de resolver los problemas de audio, giraba y saltaba con su guitarra (y un look excelente, por lo demás) al centro del escenario. Otros grandes momentos fue cuando tocaron la derechamente punk ‘llorando en la acera’, la techno kawaii ‘tamagotchi’, el cover de C.Tangana ‘Llorando en la limo’ y el final cantando ‘Bisexual’ junto a una Javiera Mena muy feliz, quien también produjo ‘tamagotchi’ que saldrá en su nuevo disco, que dicho sea de paso, sale durante este mes.

La sala Metrónomo también merece un aplauso, ya que era necesario un lugar de sus dimensiones para albergar conciertos de este tipo, frente a la carencia absoluta de un circuito de salas en la capital. Sin ir más lejos, la próxima semana recibirá a los también españoles Carolina Durante y al chileno de corazón Boy Pablo. Eso sí, dos críticas importantes: estos conciertos no pueden costar $28.000 pesos por entrada, y no tocaron ‘X Navidad’. Ojalá esté en el setlist la próxima vez que vengan y escuchemos de nuevo el saludo que María tantas veces repitió: “Hola gays de Chile”.