Es 29 de marzo del 2019. De tentáculos de basura negra que arrastran toda la cocaína, guerra y paz de su ADN, New Kung Fu Kenny, imponente y con nuevo horario, camina al centro del escenario principal para ser iluminado, ahora como K Dot. I got, I got, I got, I got loyalty, got royalty inside my DNA. Nacido en 1987 nos recorre por su Pulitzer con frases que pueden oler a lugar común del género pero chorreadas de una empatía que tiene a todas las bocas que logro divisar, vomitando.
Porque no estamos cantando como lo hacemos en la calle, un 29 de marzo cualquiera. Rabia, placer, dolencias en inglés, que miles de jóvenes rapean como rezos de salvación en los que exponen las fugas que no son capaces de condensar en su idioma. La ironía de la descontextualización. Aquí, todos nosotros, todas nosotras, en el júbilo de la injusticia. La que expone Lamar, la que le enseñó Compton, la de dos cuadras más arriba del Parque O’higgins, la personal.
Después de la fiesta va a venir la pena. La simulación de libertad regalada por la música es prestada, más cuando se canta sobre lealtad y humildad. El absurdo más grande del mundo. Somos montones, lo veo en la pantalla. No se nos escapa una palabra ni una canción, en comunión frente al referente moderno de la resistencia dialéctica, dejando pasar por el ladito nuestra historia mientras cantamos Man down. Where you from, nigga?
Es 29 de marzo de 2019. Porfa, no me matís la volá. Porque tengo tantas angustias en la guata que necesito esta fuga. Parece que no soy la única. Y los zorrones aman gritar nigga bien fuerte, y voy a ser esa persona que va a sacar el celular para grabar, y odio este pelo rubio en la cara. Fuego, balazo, nigga. Los amigos muertos del relato de Kendrick mientras cantamos con nuestros amigos, mientras olvidamos a los amigos muertos de otros amigos.
La fetidez de la muerte de la que habla Pulitzer Kenny no luce cercana para los que rodean el perímetro, pero aquí estamos, celebrando 20 canciones del rapero de la generación de futuro. Ese que respeta referentes al mismo nivel que se toma atribuciones para inventarlo todo. Parece conocer tan bien su ADN que es capaz de agarrar cada parte de él para mutarlo a su antojo, facilidad que lo deja con un vivo que pasa del estándar de concierto y logra posicionarse en la experiencia festival. La experiencia de festival. 29 de marzo de 2019. ‘All The Stars’ y poco de pirotécnica a ver si logramos contextualizar; en una de esas el próximo año dejamos de ser jóvenes combatientes de otro país.
*Portada: Ramiro González