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Una hora y media dentro de la cabeza de Gianluca

Una hora y media dentro de la cabeza de Gianluca

El cantante nacional presentó Ying Yang -su disco lanzado en 2019- en el show más completo que se le haya visto, con visuales atrapantes, banda en vivo y sorpresivos invitados.


El sábado en la noche, dentro del Teatro Teletón se pudo ver la cabeza de Gianluca por dentro, o al menos vimos lo científicamente más parecido a eso, porque el cantante de tan solo 23 años presentó un show de primer nivel y con momentos muy atrapantes que terminaron siendo transmitidos por un streaming en vivo, algo que le daba aún más importancia a la situación.

Y es que lo que quizás hace tan buena su música, es el mundo en el que sus canciones te sitúan, como te paran directamente en su lugar; nadie canta Gianluca pensando que no es protagonista de la historia. Y si ese es el estándar, el Teletón fue la mejor materialización de ese efecto. Con un escenario capaz de sorprender en muchos momentos y dar unas visuales muy atmosféricas -aunque en otros momentos no tanto-, además de unos arreglos de canciones que te hablan directamente de la inquietud musical del cantante, demostrando que no es solo uno más dentro de la oleada de trap.

Si bien el concierto partió fuerte con temas como ‘Felicidad deshecha’ o ‘Luces rojas’, la primera sorpresa fue ver a Diego Lorenzini al final de ‘Desapegarme’, con una aparición poco más larga que la del disco, pero que funcionó perfecto para dar la entrada perfecta a Planeta Gianluca, que después continuó con la invitación a Pikette23 a cantar juntos su remix de ‘No Yores’ para después dejarlo cantar solo su tema ‘Perdío’, algo que se repitió cuando entró Polimá WestCoast y Young Cister a cantar ‘Esto no es una canción de amor’ para luego dejar al Polimá cantar ‘Fantasmas’ solo, mientras Young Cister se tomaba fotos con el público.

Párrafo aparte merece la presencia de la ‘Princesa Alba’ que fue hasta pedida por el público en un momento. Su entrada fue muy bien pensada porque -al igual que Lorenzini- salió a mitad de ‘Flotando’ en medio de una oleada de burbujas, cantando sus parte en el remix del tema. Pero obvio, la Princesa no se iba a ir sin antes cantar la canción del verano del 2019: ‘Summer Love’, que fue tan prendida, que Gianluca la utilizó para irse del escenario antes de volver con su encore.

Los mejores momentos del show fueron por la mitad, cuando Gianluca se tiró una seguidilla asesina de canciones: desde la excelente ‘11’ -en una versión llena de fotos de su infancia- la favorita del público ‘Bart’ -con un quiebre al final que hizo lucir a la banda que lo acompañaba-, ‘Serenata’ con unos efectos visuales que dejaron a muchos en pálida, una versión muy perreada de ‘Solo’, ‘Amor platónico’ -que es una canción que no sabe sonar mal-, la clásica ‘Rosas’ que sigue siendo de sus mejores temas y terminando con ‘No es una canción de amor’ con los ya mencionados Polimá y Cister. Ahí, ese fue el momento en que Gianluca estuvo en el peak de la noche, certero con su hitazos cual piedra al guanaco.

Y tal como dice en ‘Bart’: la familia es lo primero, lo más importante; no podemos pasar por alto que Gianluca en varios de sus conciertos menciona, presenta y agradece la presencia y apoyo de su familia, quienes siempre están presentes. Esta vez no fue la excepción, y mientras hablaba, y con la mano apuntando hacia el palco, anunciaba que por primera vez toda su familia -de parte de padre y madre- estaba reunida en uno de sus conciertos.

Nota importante. Gianluca si bien no se pegó un mini discurso sobre la política chilena, dijo lo justo y necesario con las pantallas mostrando la palabras APRUEBO, con visuales aludiendo a los pacos -con todo y lasers contra ellos-, llamando explícitamente a votar el 26 de abril y a usar la energía de la gente en la calle, demostrado que a los 23 años es harto más consciente que varios otros.

Ahora, volviendo a lo estrictamente musical, y por si no lo había dicho antes, un antecedente importante es que ahora Gianluca tiene una banda estable de apoyo, algo con lo que viene coqueteando desde hace tiempo y que ahora demostró estar cada vez más cohesionada, a pesar de constantes fallos entre pedales con la guitarra y algunos desafinadas importantes que te sacaban de la onda en la que todo el resto del contexto había logrado sumergirte. Por otro lado, el bajo y la batería hicieron exactamente lo que debían, tocar increíble y dejarle los focos a lo que la gente quería ver: Gianluca.

Y si bien con sus invitados dejó claro que puede reunir parte de los crossovers de música chilena más interesantes del último tiempo, también se hizo notar la falta de algunos de sus invitados más notorios. Y es que al final, no sé si fue la distancia o tal vez culpa de mi ignorancia, pero Gepe, Javiera Mena y hasta Pablo Chill-E se ausentaron del show, algo entendible pensando que los tres están pensando de manera más internacional. Y si bien es una buena salida verlos en los videos de fondo, los mismos no dejan de recordar que esos personajes no están ahí.

¿Veredicto? Buen concierto. Gianluca logra demostrar que tiene pila para rato, en un mundo en que lo traperos se están quedando estancados en sus propias ideas. Si esto fuera un comercial de pilas, los demás serían los conejos que usan las malas, y Gianluca sería el que usa Duracell.

*Foto por Valentina Palavecino