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N.A.S.A. – The Spirit of the Apollo (2009)

N.A.S.A. – The Spirit of the Apollo (2009)

Seis años ha tardado en ver la luz "The Spirit of Apollo". Las razones podían haber sido varias: censura, problemas con su discográfica, lucha de egos… nada más lejos de la realidad. La clave ha sido el cuadrar la agenda para que popes de la música como Tom Waits, David Byrne, Chuck D, o alumnos aventajados como Karen O, The RZA o Kanye West pudiesen contribuir en el disco. ¿Quiénes han sido los responsables de poder reunir a semejante lista de colaboradores para su ópera prima? Bajo el proyecto North America South America se encuentran dos reputados productores: DJ Zegon y Squeak E.Clean (hermanísimo del director de cine Spike Jonze y maestro detrás del glorioso "Show Your Bones" de Yeah Yeah Yeahs). Pese a que existe la máxima de que los discos de colaboraciones son irregulares, este álbum es posiblemente la excepción que confirma la regla. Ésta es una interesante propuesta sobre el papel, que se confirma desde la primera escucha. Desde las interesantísimas "Way Down", que reúne a The RZA y John Frusciante, hasta el single "Money", junto a David Byrne, Chuck D y Seu Jorge, la calidad no se rebaja en ninguno de los cortes. Aunque sí que se merecen destacar tres temas: Primero "Wachadoin’?", de Spank Rock y Nick Zinner (otro YYY), con dos nuevas mesías, M.I.A. y Santogold; luego "Spacious Thoughts", que comienza con un correcto Kool Keith para romper brutalmente con la voz de Tom Waits en el estribillo. Una voz de ultratumba que logra adueñarse de toda la canción, convirtiéndola en una estremecedora rareza. Y por último el premio (no sólo en duración) dentro del álbum se lo lleva "Gifted" tema filtrado hace un par de meses atrás. La comentadísima colaboración entre Kanye West, Santogold y Lykke Li se convierte en uno de los hits instantáneos de 2009. Un ménage à trois perfecto con N.A.S.A. poniendo la cama. Una descarga de adrenalina fraguada a partes iguales desde el rapeo inicial de un Kanye sin vocoder hasta la fuerza de Santogold, pasando por el espídico estribillo de una Lykke Li perfecta como siempre. Un trabajo que no pierde en ningún momento ese espíritu de jungle session con que fue concebido, que hace que el disco parezca cada vez más corto con cada escucha.