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Primavera Sound #5: entre novedades y clásicos habita el placer

Primavera Sound #5: entre novedades y clásicos habita el placer

Aclimatados a la masa y entregados a las últimas horas de esta esperada edición PS 2022; festival que alza a nuevas leyendas del rock para sacarlas de la nube Tumblr -a raíz de la esperada presentación de The Strokes tras su baja del primer fin de semana-, ofrece joyas que probablemente nunca más veamos, reencuentros con canciones esenciales para el corazón, un par de promesas y un par de pendientes.

Chocar con ingleses ebrios ya se siente familiar, la elección de atajos para ganar tiempo y asumir que no se puede abarcar lo que se quisiera, es el ejercicio de un segundo fin de semana que da paso a un hasta pronto. Al menos para los chilenos y chilenas que tenemos la certeza de una inédita edición en nuestro país a finales de año, con varios nombres que dan motivos para levantarse y aguantar hasta noviembre.

Courtney Barnett
¿Se acuerdan cuando la artista apareció en nuestras vidas y se sentía como lo más fresco que le ha pasado a la música en años? Sigue siendo tal cual. Lo que había partido la australiana en el 2019, en este mismo parque, siguió curso natural pero con aún mucho más potencia. Excelente en la guitarra, excelente en la voz. Poderosa intérprete, un deleite musical. Tanto Courtney como su banda se robaron la atención del Binance y fácilmente se cuelan en lo mejor que pasó por este y todos los escenarios este fin de semana, sin dejar espacio al terror que puede producir perderse a un cabeza de cartel como pasó con Lorde, por choque de horario.

Generosa en un setlist bien equilibrado entre el Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit y su más reciente placa, Things Take Time, Take Time, la guitarrista airea el género con piezas como ‘Rae Street’, ‘Avant Gardener’, ‘Small Poppies’ y ‘Elevator Operator’, solo una de las pasadas en las que miles de celulares sirven como registro para el recuerdo. Parece difícil de creer que es una treintañera cuando sus habilidades musicales la hacen parecer una persona que lleva décadas en esto. Courtney Barnett nació consolidada o así se siente cuando ‘Pedestrian at Best’, ‘Nobody Really Cares If You Don’t Go to the Party’ y ‘Write a List of Things to Look Forward To’ hacen los honores finales.

Foto por Dani Canto

Erika de Casier
La dulzura de la portuguesa, criada en Dinamarca, fue un confort para la euforia que se vive en el Parc del Fòrum. Firmada por 4AD y con un excelente disco del 2021, titulado Sensational, la música llegó hasta el íntimo escenario NTS; algo así como un estacionamiento reajustado para recibir a un aforo pequeño, perfecto para el hechizo que significa Erika de Casier. Con vista en horizontal, sin tarimas ni juegos de luces espectaculares, la cantante deleitó con su voz que parece un guante para el recorrido pop, soul y R&B que entrega. Sorprendida por la recepción, igual que su cercana banda dándonos la sensación de estar colados en un ensayo, la cantante es una esponja que absorbió los dos miles y los renovó de tan buena forma que nos hace pensar que inventó toda una corriente. Esa es su magia: tomar lo que conocemos y darle direcciones inéditas en estilos que parecían totalmente explorados y saturados.

Foto por Dani Canto

The Jesus and Mary Chain
Síndrome Courtney-Lorde para lo que se vivió con The Strokes y Mary Chain. Por aquí elegimos a los últimos sabiendo que era una apuesta difícil para fracasar. Viejos amigos de este festival, los músicos entraron al living de su casa para sentirse en confianza mientras prendían con ‘Amputation’, ‘Head On’, ‘April Skies’ y una larga lista con momentos para guardar en el corazón: una interpretación tremenda de ‘Darklands’ con Jim Reid como maestro de ceremonia indiscutido, y la presencia de la DJ Haai para ‘Just Like Honey’ en voz. Una revancha que la pandemia aplazó más de lo que nos gustaría, considerando que para el 2020 tenían pensando interpretar de manera íntegra Darklands. De todas formas, la dinastía Reid presentó las pruebas del por qué son una banda que fácilmente gana cualquier versus en los topes de horario. Y aún cuando ya no existe la energía rebelde de los primeros años, la virtuosidad es algo que sólo parece incrementar, como si estos dos años solo hubiesen servido para darle más poder a ‘Reverence’ al final del encuentro.

Foto por Dani Canto

M.I.A
Lista de reinas indiscutibles en PS 2022 y una de las que queríamos ver era M.I.A. Con una partida desordenada, la artista superó ajustes de sonido y le dio fuego a un parque listo para el griterío. Sampleando a Rosalía entre descansos, con un cuerpo de baile llenando espacios del gran escenario y hasta un coro local que se montó en horas, M.I.A demuestra que tal vez no tiene las mejores versiones live pero la energía está a la altura siempre. Se le veía de buenas, en lo artístico y en carisma, suficiente para que ‘Bucky Done Gun’, ‘Bamboo Banga’ y ‘Bad Girls’ nos hicieran sentir ese poder que se vive cuando estás rodeado de cantantes aficionados listos para romper garganta. Mucho blabla que tuvo su pago cuando ‘Paper Planes’ partió, subidón constante en sus hits de siempre que, por desgracia, no alcanzó para las nuevas entregas.

The Smile
Repleto total para una de esas oportunidades que parecen una en un millón. El proyecto nacido en pandemia, conformado por Thom Yorke, Jonny Greenwood y Tom Skinner tuvo su primer paso por Primavera Sound Barcelona y se convierte en sinónimo del EJE: algo que hay que vivir. Muy cercanos al sonido de Radiohead, tuvimos piano, juego de luces y el tan característico baile de Yorke en una de las pasadas inolvidables. En un mar de bandas aficionadas que aspiran a sonar como ellos, no hay mejor Radiohead que The Smile. Una especie de primo que tuvo discos más experimentales en su adolescencia, que juega al misterio sonoro de forma encantadora. En palabras de Julian Casablancas: “el mejor espectáculo que he visto en años. Una mezcla de Phillip Glass con acordes de Miles David con In Rainbows“. No es fácil de describir sin caer en la obviedad de lo parecido a la agrupación madre, pero esa también es la gracia. Cuando creemos que los proyectos satélites sirven para que los músicos se alejen de lo que les hizo famosos, vienen dos integrantes para refutar. Luego de tanto andar en bandas sonoras, electrónica, progresivo, folk, regresan a ese rincón que no sólo conocen tan bien, si no que les pertenece.

Foto por Clara Orozco

Run the Jewels
La gente quería ver a Run the Jewels y se notó. Que sean las 3 de la mañana es un detalle cuando estás en el trance Primavera Sound, y entre vómitos y durmientes, El-P y Killer Mike vinieron a robar toda la energía que nos iba quedando. Pero no de mala forma, más bien como si voluntariamente les hubiéramos ofrendado los pocos pasos que nos teníamos guardados. Con ‘We Are the World’ de fondo para dar el vamos, los raperos no se aburrieron de pedir que su concierto fuera un espacio seguro y que no abandonáramos la lucha de clases. ‘Oh My Darling Don’t Cry’, ‘Blockbuster Night Part 1’ y ‘Legend Has It’ fueron amasando energía para el celebrado cover a Dj Shadow, ‘Nobody Speak’, o las coreadas ‘Stay Gold’ y ‘Run the Jewels’. Afortunados quienes resistieron porque la vibra del dúo en vivo gana con creces a lo que significa escuchar sus discos.

Foto por Sergio Albert

Yeah Yeah Yeahs
El primer show en Europa en casi una década, el primer gran festival post pandemia. Lo de Yeah Yeah Yeahs no tuvo precedentes energéticos. Karen O no paró de sonreír desde el primer acorde, ella es una institución completa. Momento main character para ‘Spitting Off the Edge of the World’ como primera canción de un concierto que no dio tregua emocional: el pasillo que fue ‘Cheated Hearts’, ‘Pin’ y ‘Under the Earth’ solo logró calmarnos con la presentación de ‘Burning’, estreno que con letra olvidada y partida en falso logró conquistar igual para abrir las puertas de los cielos: ‘Zero’, ‘Wolf’ y ‘Gold Lion’ en ejecución perfecta mientras más de la mitad de los asistentes que me rodeaban caían en lágrimas, incluida la que escribe.

Chile lleva mucho tiempo esperando esto y si hay que esperar diez años más seguirá valiendo la pena. Esa fue la sensación colectiva, incluso si ya habías visto a la banda: llevo mucho tiempo esperando esto. Es lo que la pandemia nos arrebató. Yeah Yeah Yeahs envejecen con esa energía envidiable, con carisma, pulcritud y entrega. Gente que es feliz sobre el escenario y es capaz de interpretar una y otra vez esas canciones que repletan películas, comerciales, fiestas.

Cuando ‘Maps’, ‘Y Control’, ‘Heads Will Roll’ y ‘Date With the Night’ coronan la noche, una cosa es clara: hay bandas y bandas; algunas que funcionan en nuestra pieza, otras en el colegio, en la universidad, en un remix electrónico pasado, en nuevos singles, en clásicos generacionales, en parques repletos. Yeah Yeah Yeahs es todo eso y, sin duda, muchísimo más. Los acordes iniciales de sus composiciones encienden algo indescriptible en el alma, no sólo de los que vemos la tarima, también de quienes están en ella.

Foto por Eric Pamies

Jessie Ware
“Barcelona, ¿cuál es tu placer?” pregunta Jessie a un escenario CUPRA decorado con brillantina y banderas de la comunidad a lo largo de la masa. La respuesta a la pregunta es: tú. Una fiesta de esas que no exigen dress code pero que nadan en elegancia. La clase disco que da Ware no se puede comprar; es talento y perseverancia hasta darle a esa producción discográfica que, finalmente y con un poco de injusto atraso, hace justicia a una perspicacia musical que anhelamos. ‘Spotlight’, ‘Ooh La La’, ‘Read My Lips’ y ‘Step Into My Life’ para abrir un revetón coreado de principio a fin.

Acompañada por un cuerpo de cuatro humanos que bailaron tan bien como cantaron, la artista priorizó What’s Your Pleasure? para una disertación de pop, voguing, ballroom, placer y homosexualidad. Todo lo que nos gusta resumido en un show demasiado corto, en un escenario demasiado pequeño para toda la energía contenida. Top 5 conciertos Primavera Sound, festival que no se guardó griterío para la diva senior pop del certamen. Si Dua Lipa nos dio la grandilocuencia del revival disco, Jessie es la distinción. No hay margen de falla para la voz ni la interpretación, las coreografías parecen ser parte de uno de sus tantos dotes, la coherencia entre todo lo que pasa con su cuerpo vocal-corporal parece una creación de la naturaleza y las canciones se sienten amplificadas en vivo. Esta es la fiesta a la que había que ir.

Foto y portada por Dani Canto