Tony Wilson

Don’t believe the hype

Vivimos en una época extraña, curiosa, única. Un tiempo en que ser melómano es, contradictoriamente, más fácil y difícil que nunca. La explosión de formas y medios de compartir y difundir música se ha disparado a la par con la cantidad de bandas y/o solistas que buscan, conocen y utilizan esas ventanas de exposición. Fenómenos como la lenta y paulatina agonía de un formato como el disco compacto no son sino consecuencias directas del actual escenario.