La noche del sábado 11 de febrero, en el Muelle Barón de Valparaíso, se cerró la edición 2012 del Rockódromo. Aplaudido por muchos y cuestionado por otros tantos, su aporte a la escena nacional es innegable. Los días siguientes han permitido mirar el asunto con cierta distancia y poder confirmar las razones que hacen de este encuentro anual una instancia valiosa.





