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Red Hot Chili Peppers: fuertes y picantes

Red Hot Chili Peppers: fuertes y picantes

La segunda participación de los californianos en Lollapalooza Chile fue una grata sorpresa, ya que superaron con creces su paupérrima última visita del 2014. Esta vez el conjunto echó a andar toda su jerarquía y con un Josh Klinghoffer que desbordaba confianza, haciendo un verdadero deleite el cierre del segundo día de festival.

Desde que se abrieron las puertas del recinto, las poleras con el clásico logo del conjunto se mimetizaban por cada sector del parque. Ya por la noche, un mar de gente esperaba por Kiedis, Smith, Flea y Klinghoffer, pero tras unos minutos finalizado el show de Imagine Dragons y con música envasada a modo de introducción, el conjunto salió a escena ya con el conocido inicio de una improvisación, ‘Can’t Stop’ y ‘Dani California’.

Aunque esa tripleta ya la habían hecho hace cuatro años atrás, la diferencia estuvo en que el conjunto sonó de manera coral, con Chad Smith derrochando potencia en cada golpe, Flea con un bajo de sonido cristalino, Anthony Kiedis logrando llegar a las notas con profundidad y con Josh Klinghoffer dominando con estilo propio cada canción.

Así se fueron mezclando clásicos como ‘Scar Tissue’, ‘Californication’, ‘Suck My Kiss’ y ‘Soul to Squeeze’, con cortes más recientes tales como ‘Go Robot’ y ‘Dark Necessities’. La inclusión de músicos acompañantes le daban un aire más fresco a la nombrada anteriormente junto a ‘Hump De Bump’. Uno de los puntos a destacar del setlist fue la correcta elección de covers, con ‘Lover, You Should’ve Come Over’, original de Jeff Buckley e interpretada solo por Josh, además de ‘I Wanna Be Your Dog’ de The Stooges, que fue pegada al ritmo de ‘Right On Time’.

Aunque siguen con esa maña de hacer largos jams, sumamente innecesarios, entre canciones y que a estas alturas hacer un festival es un mero trámite para ellos, los Red Hot brillaron por su calidad y potencia sobre el escenario. Fácilmente lo de ayer queda en el top 3 de todas sus visitas al país, porque demostraron que a pesar de todos los años de carrete, a estos ajíes mantienen aún el fuerte picor.

*Fotos: Carlos Muller