Jay Z
Un profundo exceso de conciencia del poder que convocan. Aquel aroma deja el trabajo en colaboración de dos de los más connotados músicos de la Norteamérica actual. Ambicioso, derrochador y excesivo ante todo. Portador de destellos geniales llenos de melodramatismo y opulencia. A veces, incluso, el romperle la madre a las estrategias musicales contemporáneas -gravamen manifiesto para estos miembros de la elite que nos miran hieráticos desde el partenón- provoca una sentida y forzada intención por dar siempre una vuelta más a la revisión final del álbum, por tratar de estrujar de alguna nueva e intrépida forma el sample, a riesgo de desfigurar una canción, como en el caso del precioso muestreo original de Otis Redding en ‘Try a Little Tenderness’ para ‘Otis’, cuarto track del disco.