música chilena
El Teatro La Cúpula era una especie de microcosmos dentro del universo que era Lollapalooza Chile 2013. Más transitable y cómodo, con mejor señal telefónica que buena parte del Parque O’Higgins y, por supuesto, muchísimo más fresco. Como lugar para ver música, un agrado. Como escenario para tocar, una trampa dispuesta para cualquiera que se dejara arropar por el relajo y terminara dando un show a media máquina. Pero con Protistas pasó todo lo contrario: desde el primer minuto mostraron pasión y entrega, como si fuera el show más importante de su carrera y como si tuvieran 5 mil personas delante.






