La fe era puesta a prueba. Pasado el mediodía en Santiago y con una fila que se extendía por cuadras, Frontera Festival comenzaba a abrir sus puertas más de una hora más tarde de lo estipulado y, por ende, retrasando la salida de todos los artistas a escena. El ingreso paulatino de los asistentes al recinto de Blanco Encalada facilitó la prueba de sonido a las primeras bandas que se presentaron en este marco.